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Cómo la Policía Científica de Río Grande colaboró para esclarecer el crimen en Villa Gesell

Una huella en el rostro del joven asesinado sirvió de pista para determinar el tipo de calzado con el que se propinó la patada mortal. ¿Cuál fue -concretamente- el aporte de la policía fueguina, clave para dar con el culpable material?.

La Policía de Tierra del Fuego brindó datos concretos acerca del «modelo y tipo» de calzado con el que patearon en la cabeza a Fernando Báez Sosa (18)​ en Villa Gesell, el crimen que toda la semana sacudió a la opinión pública en el país.

La Policía Científica de la ciudad de Río Grande colaboró para llegar al autor material del asesinato, a partir de una impronta que quedó marcada en la cara de la víctima, informó oficialmente la Policía Fueguina. La división especializada perteneciente a la Unidad Regiona Norte cuenta con una base de datos con más de 10.000 modelos de zapatos y zapatillas.

«Como siempre ocurre en estos casos, nos pasaron una imagen de un rastro, y nosotros determinamos a qué modelo y tipo corresponde. Fue una colaboración interinstitucional de rutina», explicó el subjefe de la policía fueguina, comisario inspector Oscar Alfredo Barrios Kogan.

 

De peritos a peritos

El mismo sábado que ocurrió el crimen, la Policía Científica de Pinamar contactó a la Policía de Tierra del Fuego para solicitarle colaboración con el fin de poder establecer el tipo de zapatilla con el que golpearon a la víctima, ya que esa fuerza cuenta con un registro de más de 10 mil modelos de calzados clasificados y sistematizados desde 2004.

La pericia se llama scopometría y fue de gran utilidad en la resolución de muchísimos casos, algunos de ellos de relevancia mediática, como el crimen del empresario Abel Espósito, asesinado en su casa de Bernal, en enero de 2019.

El comisario inspector remarcó que la determinación exacta de un tipo de calzado resulta «muy importante» porque les permite a los investigadores cruzar esa información con la que surge del relevamiento de imágenes, por ejemplo provenientes de cámaras de seguridad o videos caseros.

La rutina más común para la Científica riograndense se refiere a cotejar la información de su base de datos con huellas de calzado levantadas del piso o de aberturas pateadas por los ladrones, por ejemplo. La particularidad, en este caso del crimen de Baéz Sosa, es que el rastro había quedado estampado en el rostro de la víctima (sobre su mejilla izquierda) y sobre esa imagen se trabajó.

La información filtrada por fuentes ligadas a la investigación confirma que puede observarse con estremecedora claridad «una escoriación con detalles de una suela de calzado».

«Con esa información, los investigadores pudieron hacer cotejos con los calzados secuestrados en la causa», agregó el informante. Son 19 pares, uno de ellos con manchas de sangre en su lateral y en la suela.

Finalmente, la policía bonaerense confirmó que los detalles de marca y modelo suministrados por los peritos riograndenses se correspondían exactamente con las zapatillas manchadas con sangre, restando sólo determinar a quién corresponde el calzado para llegar al autor material del asesinato de Báez Sosa.

 

La base de datos más completa

Respecto al trabajo de la Policía fueguina en este tipo de peritajes, Kogan destacó que «muchas veces se determinan desde las marcas hasta la combinación de colores y logos externos», que resultan «datos muy útiles que se obtienen luego de realizar búsquedas sobre patrones codificados».

En ese sentido, explicó que a través de la foto de una pisada es posible individualizar desde figuras geométricas, hasta logotipos y leyendas.

(Fuente: Clarín/redaccion radiofueguina.com)

 

«Lo que hacemos es detectar qué figuras predominan en un sector parcial de la pisada, filtrar esa información por un sistema, cruzarla con otras características y llegar a una conclusión», indicó.

Kogan aclaró que el registro con el que cuenta la Policía Científica de Río Grande no es el único en el país, ya que hay otros en Salta y Santa Fe, pero que sí «es el más completo».

«Surgió de una necesidad. Por el tipo de clima en la provincia, predominantemente frío, existe un mayor uso de guantes y menos secreción de sudor, lo que dificulta la toma de huellas dactilares. Por eso comenzamos a otorgarle una mayor importancia investigativa a las pisadas», concluyó.

 

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