Publicado en
Violencia de género

Estaba excarcelado y fue de nuevo a prisión por romper la pulsera electrónica

El sujeto se encuentra procesado por violencia de género y gozaba de la excarcelación. Personal penitenciario detectó la infracción y lo denunció ante el Juez Cesari, quien dispuso su inmediata detención.

Un hombre mayor, procesado por violencia de género, fue enviado a prisión por destruir la pulsera electrónica con que se mantenía vigilado durante la excarcelación de la que gozaba.

El sujeto fue denunciado por su expareja en 2022 y se encuentra procesado en una causa por violencia de género. Mientras se lleva adelante la causa, el Juez de Instrucción Nro. 2, Raúl Sahade, dispuso otorgarle el beneficio de la excarcelación, aunque con restricciones en su libertad. Entre ellas, la prohibición de acercamiento al domicilio de la denunciante y limitaciones para movilizarse, que eran controladas por medio de una tobillera electrónica.

Días atrás, personal del Servicio Penitenciario, responsable de vigilar el cumplimiento de la medida restrictiva, detectó anormalidades en los movimientos informados por el geolocalizador y presentó la denuncia ante el Juez de Instrucción en Feria, Daniel Cesari Hernandez.

Al visitar el domicilio del encausado, los oficiales verificaron que el hombre ya no tenía colocada la tobillera y que dicho elemento presentaba signos claros de haber sido dañado para retirarlo del cuerpo del procesado.

En virtud de ello –y según se informó a radiofueguina.com- el magistrado dispuso el inmediato encierro del acusado y corrió vista al Fiscal de Turno, a fin de que se investigue el posible delito de daño a un bien del Estado.

Después de indagarlo, el Juez Cesari deberá definir si mantiene encerrado al presunto violento o lo deja nuevamente en libertad, con tobillera nueva.

La tobillera electrónica

En los casos de violencia, el uso de tobilleras electrónicas de geolocalización que se le colocan al agresor permiten brindar más seguridad a las víctimas de violencia de género, asegurando que éste no ingrese a las zonas fijadas por los magistrados y/o fiscales que ordenan cada medida preventiva. Tanto el agresor como la víctima reciben además un aparato receptor que funciona como un teléfono celular con GPS.

El dispositivo de geolocalización permite monitorear en tiempo real que las órdenes judiciales sean cumplidas.

Si el agresor no cumple con la orden, le surge a la víctima en su transmisor el alerta que le indica que el agresor se encuentra ‘muy próximo’ y el personal del Centro llama a la víctima al celular para contenerla hasta que se pueda persuadir al agresor que se retire de la zona y/o arribe el móvil policial.

Estos dispositivos también se utilizan para garantizar el cumplimiento del beneficio de la prisión domiciliaria, otorgado a procesados o condenados por la Justicia, que reúnan los condiciones para gozar del mismo.

Las tobilleras electrónicas poseen un geolocalizador que transmite la ubicación del detenido las 24 horas los 365 días del año al Centro de Monitoreo; desde allí, cualquier irregularidad es comunicada inmediatamente a la Justicia.

Más sobre violencia de género

Comentarios