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Rehenes del ajuste

INTA Río Grande: «Todos los meses tenemos malas noticias»

En «Un gran día» por ((La 97)) Radio Fueguina, el ingeniero Fabián Boyeras expresó su preocupación por el futuro del INTA en Tierra del Fuego y el país. Alertó sobre reducción de personal. Indicó que la gestión nacional debilita la institución y afecta a los productores locales.

El ingeniero Fabián Boyeras, director de la Estación Experimental Agropecuaria del INTA en Tierra del Fuego, expresó en el programa “Un gran día” de ((La 97)) Radio Fueguina la profunda preocupación que atraviesa el personal de la institución en la actualidad. 

Con un marcado tono de inquietud, Boyeras afirmó que “nosotros estamos con mucha incertidumbre, la verdad que muy preocupados y con el personal en un estado de desánimo porque lo que trasciende a nivel nacional es que se quiere fortalecer al INTA y el efecto es todo lo contrario. Lo que está pasando nos debilita permanentemente”.

El responsable de la estación fue en esta línea contundente: “Todos los meses tenemos malas noticias, el último trascendido tiene que ver con la gobernanza del INTA. Para que la audiencia entienda, el INTA es un organismo nacional que tiene una de las instituciones con mayor territorialidad en el país, porque estamos en cada pueblo”.

Boyeras sostuvo que “hay un trascendido de un decreto que se había firmado que cambia la gobernanza del INTA. El INTA tiene autarquía por ley y este decreto deja en manos del Poder Ejecutivo la gobernanza del INTA. Por lo cual, perderíamos la autarquía directamente”.

El ingeniero remarcó que “si bien el consejo directivo sesiona en Buenos Aires, las decisiones del INTA y lo que se va a hacer con la institución, qué planes de trabajo se van a implementar y qué va a pasar con el recurso humano y con la extensión en el INTA, eso quedaría en mano del Ejecutivo”.

Hasta ahora, señaló Boyeras, “el consejo ejecutivo tenía una gobernanza muy interesante, que permitió que el INTA trascendiera distintos gobiernos”. Además, indicó que “el INTA está pronto a cumplir 70 años y, en su composición, estaban el presidente del INTA, la vicepresidenta, un representante por agricultura, la Mesa de Enlace, AACREA, los sistemas de ciencias y tecnología con la Facultad de Agronomía y la Facultad de Veterinaria”. 

“Esa composición estaría en riesgo, ya que en el nuevo consejo no estarían más Veterinaria, Economía ni AACREA”, mencionó Boyeeras, lo que, según su entender, significa que “el Ejecutivo tendría control directo del INTA”.

Boyeras expresó que “ya sabemos lo que quieren: un INTA muy chiquito, orientado a los negocios, dejando de lado las economías regionales y las producciones locales”. Además, advirtió que “se habla de cierre de las agencias de extensión y las agencias en el INTA, que son su alma, el vínculo con el productor, el cara a cara con la problemática y los proyectos que promueven el desarrollo de los territorios. Todo eso está en la mira”.

El director de la estación en Tierra del Fuego también advirtió sobre el impacto en el personal. “Ya estamos teniendo una reducción muy importante, porque entre jubilaciones, retiros voluntarios y nuevas convocatorias, el INTA ya tiene menos de 6.000 empleados, cuando hace un año éramos 7.000”, y agregó: “Cada vez se tienta más a la gente para que se retire, y esa es la parte que no se entiende porque dicen que quieren un INTA fuerte, pero están incentivando que la gente se vaya”.

Boyeras afirmó además que “se cayó y se cae el programa Cambio Rural, que promovía el agrupamiento de los productores para resolver problemáticas y ofrecer más oportunidades”, y que “los programas que apoyaban a la agricultura familiar, como Pro Huerta, que duró más de 30 años y ayudó a muchas comunidades con semillas, pollitas ponedoras y proyectos de desarrollo, también se han debilitado o desaparecido”.

En referencia a lo local, destacó que en 2023 se creó en Tierra del Fuego la recién inaugurada estación experimental agropecuaria, un anhelo de muchos años, que sumó a las agencias de Río Grande —casi desde su nacimiento en 1958— y la de Ushuaia, creada en 1991.

Finalmente, Boyeras compartió que “estamos evaluando qué hacer, junto con la provincia, en problemáticas como los perros asilvestrados, los daños en la producción ovina y bovina, la problemática de malezas y proyectos en la Antártida, como los módulos de producción hidropónica, que están en riesgo de perder continuidad”.

Concluyó que “nos debilitamos día a día, porque se jubilan y no hay reposiciones a las vacantes. Se pierden programas, y conocemos por trascendidos cuál es la expectativa: un INTA muy chiquito, orientado solo al agronegocio y sin tener en cuenta a las economías regionales y los productores locales».

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