La Justicia avanzó en la investigación del accidente aéreo ocurrido en Río Grande, en el que murieron el piloto Claudio Canelo, el copiloto Héctor Vittore, el médico Diego Ciolfi y la enfermera Denise Torres García, quienes regresaban a Buenos Aires tras una derivación médica. La resolución judicial procesó a varios responsables del mantenimiento del Learjet al comprobar que una falla técnica originada por negligencia derivó en la tragedia.
Según explicó el abogado querellante, Francisco Ibarra, la investigación determinó que el avión se volvió incontrolable debido a la ausencia de un clip de bloqueo que debía unir los comandos de los pilotos con los alerones. Esa pieza, indispensable para mantener la tensión del sistema de control, no había sido instalada, lo que provocó que la aeronave se ladease violentamente hacia la izquierda pocos instantes después del despegue.
El informe técnico, el cual incluyó peritajes especializados, informes solicitados a Estados Unidos, análisis de manuales; estudios de motores y revisión del audio de cabina, permitió definir responsabilidades en mecánicos, un inspector y el titular del taller Air Delta, empresa a cargo del mantenimiento. La Justicia entendió que actuaron con negligencia e incumplieron procedimientos esenciales de seguridad aeronáutica. Otros involucrados fueron sobreseídos al comprobarse que no habían intervenido en las tareas vinculadas al sistema fallado.
Ibarra destacó que la resolución es un paso clave para las familias, aunque todavía no definitivo. “Es un momento de profunda carga emocional. Hay sensaciones encontradas, pero es un avance importante después de un hecho tan desgraciado”, afirmó.
La causa continuará ahora en etapa recursiva, ante eventuales apelaciones de las defensas. En paralelo, sigue su curso una acción civil iniciada por otra de las empresas involucradas. Las familias de las víctimas esperan que este avance permita finalmente acercarse a la justicia por lo ocurrido en aquella trágica tarde en Río Grande.
Comentarios