El licenciado en Psicología Ezequiel Sánchez destacó la importancia de implementar procesos de investigación rigurosos y científicamente fundamentados en los casos de abuso sexual, con el fin de discriminar entre denuncias verdaderas y falsas. El experto, quien participó como testigo en un reciente caso en Santa Cruz que culminó con una absolución, subrayó en ((La 97)) Radio Fueguina la necesidad de superar las valoraciones subjetivas en los informes forenses.
Sánchez explicó que su rol como testigo experto consistió en realizar “un trabajo psicoeducativo respecto de los procedimientos, en este caso los informes periciales que ya obraban en el expediente elaborados por los peritos oficiales”.
Su intervención, solicitada por la defensa a pocos días del juicio, se centró en analizar la prueba existente. “El fiscal y la abogada tenían dudas respecto de algunas conclusiones a las que alcanzaban los peritos oficiales. Yo fui al final y a mí lo que hicieron es preguntarme sobre las dudas que tenían, sobre lo que ellos entendían también que eran contradicciones”, detalló.
Una de las fallas más graves que identificó fue que los peritos “no aseguraban que existiera un instrumento para valorar la credibilidad del testimonio. Decían que no existía”. Frente a ello, su aporte fue esclarecer que “existe un instrumento, cuál es la tasa de eficiencia, cómo se utiliza, cuál es el peso probatorio que puede aportar”.
Con una extensa trayectoria en el estudio de la violencia, Sánchez remarcó que la práctica forense debe ser una práctica científica. “Vos tenés que buscar pruebas para después corroborarlas y asesorar correctamente a los tribunales”, afirmó. En esta línea, abogó por protocolos más estrictos: “Cuestiones como básicas, como que todo el proceso sea video filmado, es fundamental, porque eso permite un estudio muy riguroso sin tener que exponer a las partes”.
Criticó los métodos desactualizados que, en su experiencia, aún prevalecen. “En general los informes forenses se caracterizan mucho por valoraciones, se llama juicio subjetivo o desestructurado, en donde el evaluador, en función de su experiencia, de lo que cree, de lo que ve u opina, hace un diagnóstico. Eso se usaba en los años 50-60”. Frente a esto, propone adoptar estándares internacionales. “En otras partes del mundo se trabaja con elementos de prueba mucho más rigurosos”.
Respecto al panorama actual, el licenciado señaló un aumento significativo en las denuncias falsas: “Las investigaciones son muy claras, dicen que en los últimos años en Argentina se dispararon muchísimo”. Mencionó una estimación del ex ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, quien “planteó que de diez denuncias, él constataba que había siete que eran falsas”.
Estas cifras, a su juicio, “dan cuenta de una alta ineficiencia en los procesos”. Por ello, consideró positivo que se esté avanzando en el debate legislativo. “Hay un proyecto de ley de (la diputada nacional) Carolina Losada que se está trabajando mucho sobre poder discriminar ese tipo de situaciones y que no hayan condenas injustas”. No obstante, aclaró que su postura no niega la existencia de delitos reales. “Hay causas de abuso sexual, por supuesto que las hay. Uno no puede ser tan ingenuo de pensar que todas son falsas denuncias”.
Sánchez enfatizó el valor de la psicología jurídica para una justicia más eficiente. “Lo que aporta la psicología jurídica y dentro de la psicología jurídica la psicología forense, la psicología del testimonio (…)es una mejor asesoría a las personas que tienen que tomar decisiones”. Su función, insistió, es brindar herramientas basadas en el conocimiento científico. “Yo asesoro sobre la base de todas las herramientas que el conocimiento científico me da. Me permite que al menos las personas que me escuchan tengan una comprensión mucho más acabada de la realidad”.
Finalmente, reflexionó sobre el impacto de su labor: “La verdad echa mucha luz sobre qué hacer, cómo llegar a una justicia mucho más eficiente y mucho más justa”.
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