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Qué alternativas hay

 Juan Pablo Deluca: “No es viable” la salmonicultura de gran escala en el Atlántico

El economista fueguino presidente de Río Grande Activa, se posicionó contrario a la posibilidad de instalar granjas en el mar, pero detalló proyectos alternativos: “la acuicultura en tierra es completamente viable” .  

Tras las declaraciones del Gobernador Gustavo Melella en el diario porteño “Clarín”, se volvió a instalar un debate sobre la posibilidad de instalar granjas de salmón en las aguas de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur.

El economista Juan Pablo Deluca, residente de “Río Grande Activa” se expresó en torno a este debate y aclaró que “No podemos sacrificar nuestros recursos naturales sin más. Hay que discutir en profundidad qué tipo de producciones queremos impulsar para diversificar nuestra matriz productiva”.

En una entrevista publicada por la agencia “El Rompehielos”, sentenció que “Está claro que la salmonicultura de gran escala, con uso de químicos y un fuerte impacto en nuestros espejos de agua, en el Canal Beagle o en el Atlántico, no es viable”. “La mayoría de la población está en desacuerdo”, aportó.

Postuló, sin embargo, que “sí, existe la posibilidad de desarrollar producción acuícola en tierra, de forma controlada, con métodos sostenibles como el sistema RAS (de recirculación), que incluso reutiliza los desechos como nutrientes. Eso sí es posible”. 

Para hacerlo posible, “tal vez lo que habría que revisar es la legislación actual, que impone límites muy restrictivos en cuanto a la escala permitida para este tipo de producción en tierra. Pero creo que, con esos ajustes, la acuicultura en tierra es completamente viable”,reafirmó.

Abordando la cuestión remanida de la diversifación productiva, el economista advirtió que “las posibilidades de desarrollo productivo en Tierra del Fuego son muchísimas. Muchas están relacionadas con el Atlántico Sur, con la Antártida, con el turismo antártico, con la provisión de alimentos frescos para el turismo marítimo, el agregado de valor en la energía, los encadenamientos productivos a partir de la electrónica, como la fabricación de autopartes eléctricas, o el desarrollo de la electromedicina”.

“Son muchos los nichos –ilustró Deluca- de hecho, varios de esos proyectos ya se vienen trabajando desde el FAMP (Fondo para la Ampliación de la Matriz Productiva)”.

Consultado acerca de si existen elaborados proyectos de acuicultura en tierra en Río Grande, el presidente de “Río Grande Activa” describió que Desde el Municipio de Río Grande, en el marco de la discusión con las empresas sobre el fondo de ampliación de la matriz productiva, nosotros pusimos sobre la mesa y conversamos con varias empresas la posibilidad de desarrollar cultivo en tierra. En particular, propusimos reutilizar las instalaciones de la antigua planta potabilizadora de Río Grande, que está en la entrada de la ciudad, en la zona conocida como El Tropezón, donde también se encuentra el vivero municipal”.

“Allí propusimos –amplió- un proyecto basado en el sistema RAS, que incluye el uso de piletones y agua recirculada, y que además aprovecha los desechos como nutrientes para la producción hortícola. Es un proyecto de bajo impacto ambiental y alto impacto productivo, laboral y económico. Se valoriza una infraestructura ya existente, y se utiliza agua apta para la acuicultura. Esos son los proyectos con los que estuvimos trabajando y que propusimos para el debate”, subrayó Deluca.

Por qué la salmonicultura marítima no es viable

Respecto de la insistencia de algunos grupos económicos (y sus mentores en la política) de imponer la producción en la costa, con jaulas para salmones, el licendiado Deluca fue amplio al explicar el porqué de su no factibilidad:  “Lo que nos explicaron varios especialistas es que la costa atlántica de la isla Grande de Tierra del Fuego tiene una diferencia muy marcada entre la bajamar y la pleamar, y eso no es compatible con el tipo de producción en jaulas flotantes que se utiliza para salmones. Obviamente, otra cosa son los cuerpos de agua como el Canal Beagle o el lago Fagnano. Pero ahí también hay que tener una mirada integral de la provincia”.

“Desde Río Grande podemos opinar –convino-  pero hay que escuchar a todos los actores, y particularmente a los del Canal Beagle. Ahí hay una reacción muy firme de rechazo, y con razón: el canal es un bien fundamental para otras actividades, como el turismo, más allá incluso del impacto ambiental. Sería una locura afectar el Canal Beagle tal como lo conocemos. En eso coincido: la sociedad fueguina, en general, sigue teniendo una mirada muy clara. No podemos sacrificar nuestros recursos naturales sin más. Hay que discutir en profundidad qué tipo de producciones queremos impulsar para diversificar nuestra matriz productiva”.

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