Julio Merediz, párroco de San Miguel, recordó al Papa Francisco a pocos días de su fallecimiento, destacando su capacidad de conectar con las personas a través de gestos de amor y solidaridad. Merediz, quien compartió su formación con el pontífice, señaló que la respuesta de la gente ante su partida ha sido un claro reflejo del cariño que el Papa cosechó en todo el mundo, especialmente en Argentina, con misas llenas de fieles en la zona del conurbano bonaerense.
El sacerdote resaltó que Francisco rompió con muchas de las convenciones de la Iglesia al priorizar el amor por encima de las normas establecidas. Subrayó su dedicación a los más necesitados: enfermos, presos y pobres. «El amor fue siempre su norte», aseguró.
En su reflexión, Merediz recordó el primer acto simbólico de Francisco como Papa: su visita a la isla Lampedusa, donde se acercó a los migrantes, un gesto que marcó su papado y reflejó su mensaje de compasión y cercanía con los más vulnerables.
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