Una ola de despidos y cierre de sedes sacudió al ANSES en todo el país al comienzo de esta semana, con oficinas enteras denunciando desvinculaciones y despidos arbitrarios.
En el caso de Río Grande, la oficina central amaneció con cárteles denunciando el despido de compañeros ante oficinas colapsadas por jubilados y ciudadanos que buscan realizar con normalidad sus trámites.
La delegada de APOPS, Irina Martínez, fue entrevistada por ((La 97)) Radio Fueguina y reconoció que el organismo está atravesando muchas complicaciones desde que han asumido las nuevas autoridades y hay incertidumbre en las oficinas de todo el país.
“Empezamos el año con despidos hacia las compañeras contratadas por considerar que era un cambio de gestión”, alertó Martínez. “Ahora estos últimos días tuvimos una nueva ola de despidos, que se dieron sin informar de las desvinculaciones”.
La sindicalista señaló que no se conocen los criterios para establecer las desvinculaciones y la información oficial brilla por su ausencia.
“Los trabajadores del ANSES se presentan en sus puestos de trabajo en su horario correspondiente y se encuentran con que tienen bloqueado el acceso al sistema”, denunció. “En ningún momento se notificó su desvinculación”, reiteró Martínez.
Asimismo, aún se desconoce cuál es el listado de despidos y qué número real de trabajadores se verá afectado: “En un primer momento se hablaban de 800, luego 1000, 1200 y 2500. Lamentablemente, todos los días tememos por si esta vez vamos a ser nosotros, porque el criterio no son plantas políticas ni empleados sin antigüedad”, lamentó.
“Acá no hay ñoquis, no sobra nadie, las oficinas están colapsadas, la situación es tremenda que atraviesan los jubilados, tenemos una afluencia de público increíble”, denunció la delegada de APOPS, quien en 10 años de trabajo nunca vio una situación similar.
“Realmente es tremendo lo que ocurre y es muy preocupante porque no podemos garantizar el normal funcionamiento del organismo y mucho menos la continuidad de las prestaciones que ofrece esta administración”, manifestó.
“Vemos con mucha preocupación el panorama y tememos no solo por nuestros puestos de trabajo, sino por el destino del organismo. Por eso pedimos a la población que tengan conciencia, porque no solo perdemos nuestros puestos de trabajo, sino además nuestros derechos”, agregó.
Por el momento, los dos gremios activos en Río Grande se encuentran en estado de alerta, evaluando la situación, ya que no hay telegramas confirmados. Sin embargo, la ola de despidos continúa, en Río Grande se dieron de baja a cuatro trabajadoras, en Ushaia a 3, en Río Gallegos 6 y así a lo largo del país.
“Consideramos que visualizar que cada puesto vacío es un puesto que falta, por lo que es un ciudadano que no va a ser atendido o va a tener que esperar demasiadas horas de espera para sus trámites”, dijo sobre la medida de pegar carteles con los nombres de los trabajadores despedidos en sus respectivos boxes.
“La sociedad debe entender que nosotros somos empleados, trabajadores. Que las decisiones no las tomamos nosotros, ni el funcionamiento de los sistemas, ni los plazos o la falta de información”, finalizó remarcando Irina Martínez.
Más noticias:
Obra de Pablo Torres CarbonellPresentaron en Río Grande el libro sobre toponimia de la península Mitre
RGA Alimentos Buscan que Mirgor invierta en la producción de pollos
Comentarios