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El cruce por aguas argentinas: Entre la ilusión y 40 años de mentiras

El proyecto, reimpulsado por ley nacional del año 2012, fue desactivado durante toda la gestión del expresidente Macri. Hoy, sin dar precisiones, se anuncia que la idea no está abandonada.

Nunca dejó de ser una ilusión casi utópica para sus promotores y apologistas, tanto como un delirio para los objetores.

Lo cierto es que el proyecto del cruce por aguas argentinas fue planteado siempre –desde hace 40 años- como una alternativa al tortuoso viaje por caminos y aguas chilenos para quienes viajan entre la Isla de Tierra del Fuego y el sector continental argentino.

La idea, que revive una y otra vez (especialmente en tiempos de campaña preelectoral) adquirió nombre propio y estatus de ley nacional en 2012 cuando el Congreso Nacional definió como “política de Estado la integración física del territorio continental con su territorio insular de la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur”.

Dicha integración física suponía la continuación de la ruta 40 en territorio fueguino y la conexión marítima vía buques portarodantes, con terminales en la provincia de Santa Cruz y al norte de Río Grande, en Tierra del Fuego.

Dicha Ley (promulgada en diciembre de 2012 bajo el número 26.776) imponía un plazo exiguo de 60 días para iniciar los estudios de factibilidad de la obra.

Pasaron 7 años y medio y ni el gobierno que la promulgó ni mucho menos el que le sucedió hasta diciembre de 2019 hicieron absolutamente nada al respecto, ni siquiera para convencernos de que la “factibilidad” era puro voluntarismo o desborde de demagogia legislativa.

Sorpresivamente, por estos días, el tema es reflotado con formato de promesa a largo plazo. Fue el director de Puertos Roberto Murcia, quien dejó deslizar que hubo algún diálogo al respecto entre el gobernador de la provincia y el actual ministro de Transporte de la Nación, Mario Meoni.

“Meoni transmitió a Melella que trabaja en el “Corredor Marítimo Austral”, se animó Murcia., poniéndose a salvo de brindar ninguna ampliación, pese a lo relevante de la información que estaba brindando.

“Yo creo que con el proyecto que acaba de anunciar el Ministro de Nación, que es el Corredor Marítimo Austral, y ya lo hemos conversado con el Gobernador este tema, vamos a pedir que en el lugar donde lleguen las embarcaciones poder hacer un espigón multipropósito para carga y pesca”, se subió al buque Murcia, mucho antes de que la planchada esté extendida.

Roberto Murcia no debería confiarse, sabe mucho de promesas vanas: él mismo era uno de los asistentes cuando un exministro de Economía presidía en Río Grande una conferencia de prensa para anunciar la construcción del puerto de Río Grande, con maqueta presente y todo. Era el año 1997.

Hay otro antecedente: El cruce por aguas argentinas, viejo sueño de los habitantes de la Tierra del Fuego pareció arrancar en 2015, cuando Cristina Kirchner visitó Santa Cruz y desde Río Gallegos anunció la constitución de “un fideicomiso por 1000 millones de pesos” para la ejecución de las obras que permitirían la vinculación de la isla grande de Tierra del Fuego con la provincia de Santa Cruz, por el sector argentino de la boca oriental del Estrecho de Magallanes. Todo una rotunda mentira.

Como burdas mentiras eran las terminantes (y falaces) afirmaciones del que fuera delegado presidencial en Tierra del Fuego en los inicios de la década del 80, Eduardo Suárez del Cerro.

“Yo les puedo asegurar como gobernador del Territorio de Tierra del Fuego –infló el pecho el delegado de la dictadura- que está en marcha la unión definitiva para la solución concluyente de este problema a través de la construcción de dos puertos: uno Terminal en Punta Loyola, en la provincia de Santa Cruz y el otro en la Bahía de San Sebastián, en Tierra del Fuego”

“Actualmente se están realizando las perforaciones necesarias para determinar la resistencia del suelo de Bahía de San Sebastián por la empresa contratada al efecto, para confeccionar el proyecto de dicho puerto, de manera que al terminar el estudio a principios de 1982 estará seleccionada la empresa para la construcción”, abundó en la mentira Suarez del Cerro.

La desaparecida revista Cono Sur (Nro 51) relata que “Unos meses más adelante, se realizó el acto de apertura de sobres en la sede de la Dirección Nacional de Contrataciones Portuarias y Vías Navegables “para la construcción de los puertos de Cabo Vírgenes en la provincia de Santa Cruz, y de Cabo Espíritu Santo” en Tierra del Fuego. Se presentaron cuatro grupos empresarios: Sideco Americana – Dicasa, Benito Roggio – Decavial, Techint – Impregilo – Dragados y Obras Portuarias, y Tecnobridas – Geomater y Micopero de Italia”. El resultado de la licitación, tanto como la promesa de la obra habrán sido devoradas por las tempestuosas aguas del estrecho de Magallanes.

Murcia no se desanima: se atrevió a contar que Meoni le transmitió al Gobernador Gustavo Melella; “que tiene como objetivo seguir avanzando en poder consolidar el cruce por aguas argentinas”. Según afirmó, es la tercera vez en el año que el Ministro y el Gobernador hablan del tema. Mientras tanto, las aguas del estrecho siguen corriendo tempestuosas.

Fe.Po.Tra espera reunirse con Melella

Luego de la segunda reunión mantenida entre el Gobernador Melella y el Ministro Meoni; donde en ambos encuentros, se informó oficialmente respecto a los diálogos mantenidos sobre el proyecto del cruce por aguas argentinas; el 9 de marzo, la Federación Popular del Transporte de Tierra del Fuego mediante nota, le pidió una audiencia al mandatario fueguino, para “entregar importante documentación y dialogar sobre aspectos inherentes a las potencialidades y debilidades que Fe.Po.Tra ha estudiado y evaluado desde 2013 a la fecha”. El pedido se reiteró el pasado miércoles 3.

 INTEGRACION TERRITORIAL –  Ley 26.776

Defínese como política de Estado la integración física del territorio continental con su territorio insular de la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur.

Sancionada: Octubre 31 de 2012 –  Promulgada: Noviembre 19 de 2012

El Senado y Cámara de Diputados de la Nación Argentina reunidos en Congreso, etc. sancionan con fuerza de Ley:

ARTICULO 1º — Defínese como política de Estado la integración física del territorio continental con su territorio insular de la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur.

ARTICULO 2º — Dispónese la continuación de la Ruta Nacional Nº 40 en el territorio de la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur.

ARTICULO 3º — El Poder Ejecutivo nacional, a través de la autoridad de aplicación, realizará el estudio de factibilidad, apertura de traza, demás estudios requeridos de la Ruta Nacional Nº 40 y su ejecución en el territorio de la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur. La misma comunicará las ciudades de Río Grande y Ushuaia.

ARTICULO 4º — Establécese la conexión marítima entre la provincia de Santa Cruz y la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, a través de buques portarodantes.

ARTICULO 5º — El Poder Ejecutivo nacional, a través de la autoridad de aplicación, realizará el estudio de factibilidad, demás estudios requeridos para la conexión marítima y su implementación entre los puntos operativamente más apropiados en orden a la menor distancia posible.

ARTICULO 6º — Los estudios previstos en la presente ley se iniciarán en el plazo de SESENTA (60) días de su promulgación.

ARTICULO 7º — Autorízase al Poder Ejecutivo nacional a readecuar las partidas presupuestarias para cumplir con la presente ley.

ARTICULO 8º — Comuníquese al Poder Ejecutivo nacional.

DADA EN LA SALA DE SESIONES DEL CONGRESO ARGENTINO, EN BUENOS AIRES, EL TREINTA Y UNO DE OCTUBRE DE DOS MIL DOCE.

— REGISTRADO BAJO EL Nº 26.776 —

AMADO BOUDOU. — JULIAN A. DOMINGUEZ. — Juan H. Estrada. — Gervasio Bozzano.

Con información de:

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