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El Obispo D’Annibale apartó al sacerdote acusado de abuso sexual

El cura, asignado a una parroquia riograndense, está denunciado en la Justicia por presunto abuso contra una menor. El obispado anunció que fue apartado de su ministerio mientras se investiga el caso.

El obispado de Santa Cruz y Tierra del Fuego intervino en el caso del sacerdote denunciado en Río Grande por el presunto abuso de una menor, separando al denunciado de su ministerio e inició su propia investigación canónica, paralela a la que ya se sustancia en la Justicia.

El anuncio fue realizado ayer en Río Gallegos, inmediatamente después de que Radio Fueguina ((La 97)) difundiera la información acerca de la presentación judicial hecha el pasado miércoles por la madre de la menor supuestamente víctima del abuso.

A través de un comunicado oficial, se informó que el Obispo de la Diócesis de Río Gallegos, Miguel Ángel D’Annibale, «recibió una denuncia sobre un posible caso de abuso sexual de una persona menor de edad por parte de un sacerdote que en el pasado ejerció su ministerio en la ciudad de Río Grande, Provincia de Tierra del Fuego”.

«Apenas recibida la denuncia el obispo le ha quitado al sacerdote el ejercicio público del ministerio hasta que se esclarezcan los hechos, le ha pedido que quede a disposición de la justicia en todo lo que sea necesario y ha iniciado el correspondiente proceso canónico que la Iglesia realiza en estos casos. El obispo expresa su total rechazo a toda situación de abuso contra otra persona y pide al Pueblo de Dios oraciones para acompañar a todos los involucrados en esta dolorosa situación”, indicó el comunicado que publica este sábado el Diario Nuevo Día de Río Gallegos.

La denuncia

La denuncia del caso fue presentada el miércoles pasado en la Fiscalía del Distrito Judicial Norte de Tierra del Fuego por la madre de una joven de 16 años, quien sería la víctima del sacerdote acusado por abuso.

A pesar del hermético secreto de sumario impuesto en la causa, Radio Fueguina pudo saber que los hechos motivo de la demanda habrían sucedido en la vivienda del sacerdote durante el año 2013 cuando la supuesta víctima contaba entre 12 y 13 años de edad.

Apenas notificado de la denuncia, el religioso se presentó en la Fiscalía con un abogado, aunque no habría sido sometido aún a declaración indagatoria, pese a lo cual se le impusieron normas de conducta y la prohibición de salir de la provincia.

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