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Ya son 32 los casos de hantavirus

El Ministerio de Salud de Chubut confirmó ayer un nuevo caso de hantavirus, por lo que ascienden a 32 los contagios en la provincia, donde murieron 12 personas desde que el último 3 de diciembre se declaró un brote de esa enfermedad en la localidad de Epuyén.

El organismo señaló en el parte oficial diario que el nuevo caso se dio en “una mujer menor oriunda de la localidad de El Bolsón, quien cumplía aislamiento respiratorio selectivo en dicha localidad y permanece internada en el hospital zonal Bariloche”.

También informó que “ayer (por el viernes) se dio el alta definitiva” del hospital zonal Esquel a un hombre que permanecía en sala de aislamiento, quien “evolucionó favorablemente” y que continúan internados “dos pacientes convalecientes, externados de la Unidad de Terapia Intensiva y un paciente adulto mayor, clínicamente estable”.

Por lo tanto, hasta ahora hay 32 personas que contrajeron la enfermedad, de las cuales cuatro están internadas.

El hantavirus se transmite por el contacto con la orina, saliva y excretas de roedores infectados con dicho virus, pero puede también contagiarse de persona a persona por contacto estrecho con enfermos en el período inicial del cuadro febril (primeras 48 a 72 horas).

Sus síntomas son fiebre, dolores musculares, escalofríos, dolores de cabeza, náuseas, vómitos, dolor abdominal, diarrea y en etapas avanzadas, dificultad respiratoria.

A todo esto, el Gobierno de Chubut confirmó el jueves que el aislamiento del pueblo tendrá lugar el viernes 15, dado que ya no habría peligro de contagio. De esta manera podrán realizarse el domingo 7 de abril las Primarias Abiertas Simultáneas Obligatorias (PASO), así como su campaña electoral previa.

Además, el intendente Antonio Reato dispuso levantar las medidas restrictivas que había impuesto en el municipio, como compartir el mate.

TRISTEZA Y ENOJO

En Epuyén hay tristeza y enojo. Hay, también, algo más de diez personas (a excepción de algunos choferes y algún coordinador, casi todas mujeres, entre trabajadora social, médicas, psicólogas, coordinadoras que trabajan en otras áreas de la intendencia pero que ahora no podrían ni querrían quedarse en sus casas) que desde hace mes y medio trabajan sin feriados ni fines de semana y que no llevan barbijo. Tampoco usan guantes ni se ve cerca de sus manos frasquitos de alcohol en gel.

“Porque no es necesario, porque eso es alarmismo, porque es para algunos casos en particular que hace falta ese cuidado, no para todos”, dice una de esas personas en lo que era la Dirección de Cultura y que desde hace semanas la necesidad reconvirtió en sede del Comité de Contingencia Sanitaria.

A la siesta cae el sol a pleno. Debería estar lleno de turistas, dicen los locales. Pero es un día perfecto de verano patagónico y por la calle solo pasa, cada tanto, una camioneta blanca: dice “Policía científica” y recorre el pueblo persiguiendo un enemigo invisible, el Hantavirus que ya segó doce vidas. Son policías llegados de otras zonas para velar por el cumplimiento de la orden judicial que impide a 31 personas de aquí deambular por la calle o estar en sus propias casas sin barbijo, para cumplir con el “aislamiento respiratorio selectivo”.

No obstante, más de uno burló el confinamiento y salió a realizar diversos trámites, lo que le valió alguna reprimenda.

Algunos creen que la medida fue extrema, pero admiten que resultó efectiva, porque quienes se resistían a la medida ahora la cumplen. De todos modos, insisten: se exageró mucho. “Se ha dicho que es un pueblo fantasma, que estamos todos en cuarentena, por la tele mostraron dos helicópteros de los que bajaban tipos disfrazados como para ir a la luna y eso no era acá. Se ha mentido mucho y eso nos hace daño. Es muy triste”, explicó uno de los hombres que lleva semanas trabajando sin descansar porque “si los chicos no descansan, yo tampoco”.

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