Este martes se cumplen 13 días desde la ocupación pacífica de Badisur a manos de sus trabajadores, cansados de las promesas vacías de los propietarios de la firma que amenazaban no solo con recortar en prácticamente el 50% del personal, sino que lisa y llanamente pretendían hacerlo por fuera de la ley y sin pagar el 100% de las indemnizaciones.
De ese momento a la fecha, hubo lucha, resistencia y negociaciones que avanzan, aunque a paso lento: en el último encuentro, Badisur prometió abonar el 70% de las indemnizaciones, superando su oferta inicial. Sin embargo, los plazos otra vez terminaron por no satisfacer a los trabajadores, ya que quieren hacerlo en seis cuotas.
Consultada por las condiciones de los trabajadores que permanecen dentro de la planta, la dirigente del gremio textil Miriam Planes señaló que de la treintena de trabajadores que ocuparon en un principio la fábrica, hoy hay 23 dentro y unas seis madres resisten desde fuera para estar más cerca de sus hijos.
Entre mate y ollas populares, durmiendo en el piso, los trabajadores de Badisur aguardan que la fábrica respete las normas laborales vigentes y abone lo que corresponde para desvincularlos definitivamente de la firma.
Por si la situación no fuese lo suficientemente compleja, Planes denunció que a diario y en la noche, se ven vehículos que circulan a baja velocidad y que se detienen fuera de la fábrica. «No están intimidando y quiero denunciar públicamente que si llega a pasar algo acá, ellos son los únicos responsables», dijo en relación a los representantes de Badisur.
Entre «Tutti Frutti» y cartas, con una bombilla de por medio y sin perder la esperanza, los trabajadores de Badisur resisten y aguardan que se haga justicia por ellos.
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