Durante años, la transferencia «en negro» de patentes (las ofertas llegan incluso a los clasificados en los diarios frente la inacción del Municipio) ha sido tolerado por el Intendente que ahora tiene a mano una excusa para blanquear y legalizar el negociado, según reconocen sus funcionarios.
La idea cobró forma hoy, a partir de la reunión llevada a cabo entre representantes de agencias de taxis y remises y el propio jefe comunal, acompañado de su secretario de la Producción, Gustavo Melella.
Los transportistas plantearon a las autoridades su «preocupación» sobre los controles que están realizando la AFIP y Ministerio de Trabajo de la Nación, que ha verificado que por lo menos ochenta vehículos tienen al volante a obreros que no tienen protección social y a los que no se les hacen aportes previsionales.
Precisamente por esta forma de trabajo en negro, los trabajadores protestaron montando por casi dos meses una carpa frente al edificio municipal, sin obtener ningún tipo de respuesta. Acosados por las autoridades de control fiscal y previsional, los empresarios, en cambio, lograron en tiempo record una audiencia con el Intendente, quien se comprometió “a mediar” ante la AFIP para que los inspectores desistan de cumplir con su labor.
A la salida de la reunión, los funcionarios admitieron que estudian el pedido de los empresarios de pasar a ser titulares y no concesionarios de las patentes, con lo convertirían en bien de cambio lo que hoy es patrimonio exclusivo del Estado municipal.