El secretario general del Sindicato de Empleados Textiles y Afines (SETIA), Rodrigo Cárcamo, realizó un crudo balance del sector en Río Grande, marcado por el cierre de plantas y una drástica pérdida de empleo, que atribuye a las políticas económicas nacionales. El dirigente evaluó el 2025 como un año de recesión profunda.
«La realidad es que terminamos el año como lo comenzamos, de la misma manera, cerrando fábricas, perdiendo puestos de trabajo», afirmó Cárcamo. Y añadió: «No se ve una pronta mejora, lamentablemente, las decisiones políticas que está tomando este gobierno tienden a seguir por el mismo camino».
El sindicalista precisó la magnitud del descalabro laboral: «Desde que asumió este gobierno, hemos perdido aproximadamente el 60% de los trabajadores que teníamos en el sector textil e indumentaria». Esto se traduce en, durante el año, “aproximadamente 400 puestos de trabajo».
Cárcamo explicó que el impacto trasciende a las fábricas, afectando a toda la economía local. «No solamente implica puestos laborales en la industria en sí, sino de lo que derrama en el tejido social, pérdidas o cierres de comercio, porque, lamentablemente, el comercio vive de la industria local», detalló. Como ejemplo del fenómeno, se refirió al cierre de la fábrica Cordonsed, cuyo grupo inversor italiano «retiraba de la Argentina sus activos, viendo el contexto de recesión y la economía que no repunta, y el consumo menos».
Para el dirigente, la apertura de importaciones sin aranceles es un golpe central. «El 90% casi de lo que se compra en textil o indumentaria es adquirido a través de importaciones o el uso de plataformas. Las aperturas de las importaciones afectan seriamente al sector textil, muy seriamente», aseveró.
Además, cuestionó los aumentos en servicios públicos y la falta de protección industrial: «Es contradictorio lo que hace el Gobierno Nacional porque al no cobrar impuestos a esa mercadería, deja también de percibir los impuestos que pagan las empresas como para volverlo a volcar al sistema» consideró.
Respecto al futuro inmediato, el panorama es sombrío. Para lo que resta de diciembre, anticipó que no habrá muchas novedades, con fábricas en vacaciones o con ritmo bajo. Sobre las expectativas para 2026, concluyó Rodrigo Cárcamo: «La verdad que no hay muchas expectativas positivas si el Gobierno Nacional no cambia las políticas económicas. Necesitamos que el Gobierno tenga un poco más de contemplación hacia la industria nacional».
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