«La mayoría de las personas podrá pensar que es muy extraño, pero para nosotros era algo natural para hacer que nuestra hija no se sienta diferente o sola en el mundo», dijo Tanya según informa The Mirror. «Fue increíblemente doloroso, pero valió la pena cada segundo», agregó.
Al parecer, a su hija le encantó.
Cuando lo vio «gentilmente lo tocó, sonrió y dijo ‘iguales'», explicó la madre. «Si necesitaba algo que me comprobara mi decisión, era esa», comentó.
Fuente: Minuto Uno
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