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Los conflictos en la venta de autos

La suba de hasta el 20% en las unidades cero kilómetro motorizó diferencias entre concesionarias y clientes. Los aspectos más importantes por tener en cuenta: la facturación, la fijación del precio y el valor legal de la seña. En algunos casos, hay que negociar.

Autos Argentinos

A partir del aumento en el precio de las unidades cero kilómetro desde fin de enero, una serie de situaciones conflictivas se reprodujo con similitud entre clientes y concesionarias.

Según un relevamiento efectuado por La Voz del Interior , los principales problemas se focalizan en el nuevo valor de la unidad en aquellos negocios donde había vehículos ya señados por los consumidores.

De todas formas, con el paso de los días, las operaciones incluidas en esa zona de roces se fue reduciendo, pero la incertidumbre con el precio de las unidades para los próximos meses deja entreabierta la puerta a otras discrepancias.

Precio abierto. Es uno de los motivos más frecuentes de conflicto entre concesionarias y clientes. Según el derecho, esa figura no existe, el precio es uno solo. Si el vendedor le expresa al comprador que el precio queda abierto hasta que el auto llegue facturado de fábrica, debe aclarar por escrito esta situación.

En el caso contrario, es decir, que no se haya especificado y el comprador entrega una seña a cuenta, en el recibo de pago debe figurar cuál es el precio final del vehículo. Si el cliente acepta entregar la seña y no especificar en ningún lado esta situación, queda expuesto al nuevo precio que le pase la concesionaria en el momento de la facturación.

Facturación. Se trata del paso más importante de todo el proceso de compra del vehículo. En términos de relevancia, tiene casi tanta gravitación como el título de propiedad. Una vez facturado, ese vehículo es suyo, legalmente casi no queda margen para deshacer la operación o cambiar de vehículo, salvo que se convenga su recepción como parte de pago de una nueva operación.

Un caso típico de conflicto es cuando un cliente paga la totalidad del vehículo pero en lugar de recibir la factura oficial de compra se le entrega un recibo de pago. En ese caso, el precio sigue sin estar confirmado. Es decir, si la concesionaria pide una suma por diferencia de precios el cliente queda expuesto a tener que abonarla, aun cuando se haya hecho un pago total.

La facturación adquiere tal importancia en el proceso que incluso excede el precio final pactado. Por ejemplo, han ocurrido casos donde el vehículo verificó daños durante el traslado de fábrica a la concesionaria, previo a la entrega al cliente, y sin embargo no hay lugar para reclamos legales. El auto facturado es del cliente y ya no de la concesionaria ni de la fábrica.

La facturación de fábrica (y no a través de la concesionaria) es otra variante a tener en cuenta. Existe un lote de operaciones, no más del cinco por ciento del total, que suelen ser facturadas por la fábrica a clientes especiales, directos o VIP. En ese caso, a la concesionaria le queda bajo su responsabilidad sólo el acto de entrega de la unidad, pero no asume otras eventualidades. Por reclamos, a la fábrica.

Algunas concesionarias fueron acusadas de pretender cambiar las condiciones del contrato cobrando un monto extra, aun cuando el vehículo hubiese sido abonado y facturado previamente. En este caso, donde la operación está terminada y sólo resta la inscripción registral, toda la razón le asiste al cliente.

Facturación parcial. Puede darse que una persona que haya adquirido un vehículo con crédito, reciba una factura parcial por el monto que pagó en ese acto, sin contabilizar el saldo de las cuotas, con lo cual queda espacio para un reclamo de la concesionaria por mayores costos o un incremento en la tasa de interés preacordada.

Es un caso difícil de resolver si las partes que negocian mantienen posiciones tajantes, la mejor sugerencia es el diálogo franco.

Asignación. Es el paso interno por el cual la fábrica le comunica a la concesionaria que el vehículo identificado con número de motor y número de chasis fue asignado al cliente fulano de tal.

Luego de la asignación, también es poco probable que pueda haber un cambio de la unidad.

Señas. Es el principal motivo de discordia. Muchos clientes consideran que por haber entregado una seña ese valor queda congelado. No es así: si no hay facturación definitiva el precio no está cerrado. Por ello algunos vendedores hablan del “precio abierto” y otros no lo 
dicen.

En grandes concesionarias, con un gran número de vendedores, resulta difícil seguir la promesa verbal de cada uno, por lo cual lo más seguro es lo que está puesto por escrito.

Tiene tan escaso sostén legal la seña que de hecho tras los recientes aumentos de precios, algunas concesionarias deshicieron las operaciones y devolvieron las señas sin más explicación.

Otras, rediscutieron las condiciones con los llamados “clientes del tubo”, aquellos que entregaron una seña, pidieron el auto pero no lo pagaron en su totalidad, para ver si aceptaban el nuevo precio o preferían renunciar a la compra. Esto, según expertos, ocasiona un perjuicio notable al consumidor, que 
se queda con fondos que no 
le alcanzan para comprar el vehículo.

Precio del usado. En los primeros días después de la devaluación, hubo concesionarias que planteaban al cliente el precio nuevo del cero kilómetro pero no actualizaban el precio del usado. Unos 20 días después, hubo un cambio en el mercado, los usados hoy valen más y la diferencia de precio se toma también en cuenta a la hora de negociar el nuevo valor del cero kilómetro. Aumentaron los autos nuevos, pero también aumentaron los usados.

Papelería. Los expertos recomiendan que, una vez decidida la compra, se le solicite a la concesionaria la confección de un documento donde no falte ninguna de las condiciones pactadas “de palabra” con el vendedor.

Dicho escrito deberá efectuarse en papel con membrete, fecha, firma y sello aclaratorio. Allí deben figurar todas las características del vehículo, incluida la motorización y el color, precio de contado, precio financiado, intereses de la operación en caso de que haya créditos de por medio, plazo de pagos y plazo de entrega de la unidad. 
De entregarse una seña, debe constar el plazo de validez de esta.

Capitanich, optimista

Encaminado. El jefe de Gabinete nacional, Jorge Capitanich, consideró hoy que “el tema precios se va encaminando” pese a la inflación constante y señaló que en ese marco era “esencial la participación popular” para controlar las subas. “Vamos a fortalecer sistemas de participación popular para el control de los precios”, añadió el funcionario kirchnerista.

Poder de compra. El ministro coordinador enmarcó la situación en “cuestiones de perspectiva como la estabilidad, la política monetaria, política fiscal que tiende claramente a tener coherencia y la política de ingresos”. Destacó: “Trabajamos en paritarias para defender el bolsillo de los trabajadores. La participación popular es esencial, el pueblo argentino está tomando conciencia plena de sus derechos como consumidor y usuario”.

Fuente: La Voz del Interior

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