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Último adiós

Prócer contemporáneo: sentida despedida del pueblo de Río Grande a Chiquito Martínez

Una interminable caravana de vehículos acompañó al cortejo fúnebre que trasladó sus restos al cementerio local. Referentes sociales y vecinos se congregaron para darle el emocionado último adiós.

Con dolor y admiración, el pueblo de Río Grande despidió este miércoles 31 de diciembre al exintendente y Ciudadano Ilustre de la Ciudad, Esteban “Chiquito” Martínez, referente político y social profundamente ligado a la historia reciente de su pueblo natal.

Familiares, amigos, militantes y vecinos acompañaron el cortejo fúnebre en una muestra de afecto que reflejó la huella que dejó un auténtico ciudadano ilustre en la comunidad. Su esposa y compañera de toda la vida, Rosario, su hermano, hijos y nietos encabezaron el interminable cortejo que acompañó su recorrido desde la sala velatoria hasta su morada final.

Escoltaron la triste ceremonia referentes del Partido Justicialista, funcionarios y exfuncionarios municipales, dirigentes políticos y sociales y -fundamentalmente-vecinos, aquellos que lo conocieron como uno más de todos, de extrema sencillez a pesar del lugar prominente que supo ocupar en el pueblo qué él mismo contribuyó con creces para convertir en ciudad.

Previa bendición religiosa, la inhumación del querido Chiquito se realizó en el cementerio local, donde sus restos reposan en una tumba. Una multitud siguió el recorrido en silencio, con insignias del Partido Justicialista, aplausos y gestos de reconocimiento. La escena fue elocuente: no se despedía solo a un dirigente, sino a una figura cercana, comprometida y presente en los momentos clave del pueblo riograndense.

Así lo manifestó quien tuvo a su cargo las palabras de despedida, el Veterano de Malvinas y empleado municipal Horacio Chávez, quien se refirió a los valores que Chiquito impuso tuda su vida, haciendo énfasis en su honestidad, una virtud poco frecuente en la política moderna.
“Chiquito” Martínez fue, para muchos, una voz firme en la defensa de los intereses de Río Grande, un militante incansable y un hombre que supo construir vínculos más allá de las diferencias políticas. Su recorrido estuvo marcado por el compromiso social, la participación activa y una fuerte identificación con los sectores populares.
El acompañamiento masivo al cortejo confirmó el lugar que ocupó en la vida pública y social de la ciudad.

Río Grande despidió a uno de los suyos, con respeto, emoción y memoria, dejando en claro que su legado seguirá presente en la historia colectiva de la comunidad.

Con su paso a la inmortalidad, Esteban Chiquito Martínez -al igual que su padre Esteban Martínez Martos- pasa a integrar la lista de nombres fundamentales para la historia de Río Grande. Un auténtico prócer contemporáneo.

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