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Salud

Pruebas de glucosa y educación: claves para la detección de la diabetes

La bioquímica Laura Quiroga, del laboratorio del Fuego, revela en ((La 97)) Radio Fueguina los pormenores de la diabetes y la importancia de las pruebas de glucosa para un diagnóstico temprano y un estilo de vida saludable.

En el Día Internacional de la Diabetes, La bioquímica Laura Quiroga, del laboratorio del Fuego, explica que el diagnóstico y monitoreo de la diabetes requieren un manejo riguroso del ayuno y de las pruebas de glucosa.

“El laboratorio cumple una función fundamental en el diagnóstico y monitoreo de la diabetes”, señala, y añade que la preparación previa es clave para minimizar errores.

Insiste en que el paciente debe asistir con ocho horas de ayuno y advierte que más horas de ayuno complican la interpretación, ya que el glucógeno se almacena y la glucosa es la fuente de energía para las células.

Según Quiroga, existen dos mecanismos de almacenamiento de glucógeno que deben llegar a las células, por lo que es crucial respetar ese ayuno para el estudio de glucosa y evitar superar ese periodo.

“No ingerir alimentos pero sí pueden tomar agua y ese es otro error muy común”, comenta. También subraya que la indicación médica puede variar y que, en algunos casos, se debe decidir si dejar ciertos medicamentos como los corticoides, que por lo general elevan la glucosa. En esos escenarios, lo ideal es realizar el control en condiciones basales una vez que se haya suspendido la medicación.

Quiroga añade que el dosaje de glucosa es básico en el diagnóstico y que existen distintos puntos de corte para definir prediabetes o diabetes. “El médico necesita un dosaje de glucosa en ayunas; menor de 100 mg es normal, entre 100 y 125 es prediabetes y mayor de 126 podría indicar diabetes, siempre con confirmación de una segunda muestra”, resume.

Señala que detectar la enfermedad a tiempo permite cambios en la conducta y en la calidad de vida, y abre la puerta a tratamientos como la metformina y otras terapias nuevas, siempre con énfasis en el cambio de estilo de vida.

La profesional enfatiza que el objetivo va más allá de controlar la glucosa elevada; la diabetes conlleva riesgos de complicaciones. “La diabetes no se reduce a la glucemia; se asocia a neuropatías, ceguera y enfermedad renal crónica”, advierte.

Recomienda hábitos como caminar medio hora diaria para mejorar los valores de glucosa y prevenir complicaciones a largo plazo. Observa que Río Grande tiende a presentar valores de glucosa más altos que en otros lugares, algo vinculable al estilo de vida, aunque reconoce señales de cambio positivo con el aumento de la actividad física.

Quiroga comparte una anécdota personal: “Me sorprendí cuando hice la residencia en Bahía Blanca y los valores de glucosa eran más bajos de los que encuentro aquí, donde la población es más sedentaria”.

Concluye destacando la importancia de la educación y la responsabilidad individual para la detección temprana. “No hay que tener miedo de hacerse los controles. Detectar la enfermedad a tiempo permite cambiar la conducta y la calidad de vida”, afirma, subrayando que la medicina actual ofrece herramientas eficaces cuando las personas adoptan hábitos más activos y una dieta equilibrada.

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