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“Chicos que crecen”

Leonardo Calbuyahue forjó su futuro entre los libros de Historia

Desde las aulas fueguinas hasta el museo municipal, Leonardo Calbuyahue construyó su camino en la educación, demostrando que la vocación y el esfuerzo son las bases para el crecimiento profesional y personal.

La vocación por las ciencias sociales y el deseo de aportar a la comunidad marcan el recorrido de Leonardo Calbuyahue, un riograndense que, tras formarse en Buenos Aires, regresó para ejercer su profesión en las aulas y en el museo local. Su historia es un ejemplo de perseverancia y convicción, desde sus inicios en las escuelas de la ciudad hasta su rol actual como educador.

Oriundo de Río Grande, Leonardo Calbuyahue inició su camino educativo en el jardín “Olas de Fantasía”, completó la primaria en la escuela N°8 del barrio Mutual y la secundaria en el Polivalente de Arte.

Su decisión de estudiar Historia se consolidó tras una experiencia clave, según relató en la columna radial «Chicos que Crecen», que se transmite por ((La 97)) Radio Fueguina: “Viajamos para representar a Tierra del Fuego y sacamos el tercer puesto en las Olimpiadas Nacionales en ese momento. Esto fue en el año 2014, y a raíz de esa experiencia decidí irme a estudiar Historia a Buenos Aires”.

Aunque reconoce un período de duda vocacional, donde incluso un test le sugirió Economía, su elección final fue firme. “Yo creo que lo de las Olimpiadas fue como una primera aproximación a la Historia, y me incentivó también a estudiar esto”, explicó.

La carrera en la Universidad de Buenos Aires demandó gran esfuerzo, especialmente por la exigencia en lectura. “Tuve momentos en los que estaba un poco cansado o agotado mentalmente, porque es una carrera en la que hay que leer un montón”, recordó.

Su examen final de Historia Moderna, que requirió preparar alrededor de cinco mil páginas, representó un desafío mayor que superó con dedicación y aprobó con un 8.

Sus prácticas docentes en un colegio público de la ciudad de Buenos Aires, aunque inicialmente lo pusieron nervioso, “salió todo excelente”.

Actualmente, Leonardo divide su labor entre la docencia en colegios públicos y su función en el Museo Virginia Choquintel, donde está “a cargo de la parte de Historia del museo y en la parte de visitas guiadas”.

Su consejo final para los jóvenes que deben decidir su rumbo universitario, es unívoco: “Seamos fieles a lo que queremos hacer”, instando a combinar el deseo con la disciplina para alcanzar las metas.

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