Río Grande enfrenta una presión diaria en la red de comedores y merenderos barriales. La solidaridad de la comunidad se mantiene, pero los recursos disponibles están muy por debajo de las necesidades. María González, referente del Comedor de María, explicó la complejidad de sostener estas iniciativas ante una demanda que crece.
González afirmó que este año “estamos muy complicados, nosotros entendemos todo esto a nivel nacional”. “Aparte hay muchos otros comedores y la solidaridad de la gente de Río Grande, que siempre es muchísima, se ha repartido para esos lugares que hay nuevos, y ya no recibimos lo que recibíamos anteriormente”.
La experiencia local señala que la ayuda del municipio y del gobierno se ha reducido con el tiempo, mientras la demanda no afloja. La coordinadora relató que “por ejemplo nosotros teníamos mucha ayuda del municipio que nos trae una vez al año y nos hace refuerzo a mitad de mes, de gobierno también es menos pero también recibimos, y algunos lugares específicos que siempre están colaborando con nosotros”.
Ante la escasez, la cocina se adapta: “Yo tengo dos Freezer grandes y este año un solo Freezer tengo utilizando y no hay nada, hoy lo único que tenemos son tres pollos”, lo que obliga a priorizar menús y composiciones con lo disponible.
La situación se agrava cuando se intenta preparar un guiso para varias familias. “Se hace muy difícil poder cocinar porque nosotros para un guiso quizás de arroz con pollo utilizamos cinco pollos”. Por eso, hoy se entregan productos secos y envasados: “estamos dando todo seco, fideos, leche, todas esas cosas, pero está complicado”.
González enfatizó que “a nosotros nos apoyan pero se ha cortado mucho el suministro y no alcanza, nosotros tratamos de defendernos con lo que podemos”. Aun así, señala que hay margen para reforzar vínculos con empresas y actores privados: “yo a pesar de llevar 18 años en esto salí a pedir en nuevos lugares y no me quejo, pero creo que hay que ver de qué manera la misma gente y las empresas pueden colaborar, por ahí hay grandes supermercados que nos puedan dar una mano”.
La referente explicó que no hay carne ni pollo disponibles, y tampoco verdura, lo que reduce la variedad de las comidas. “Si bien alimentos secos como fideos y arroz, todo eso tenemos, no tenemos carne, no tenemos pollo, ni tenemos verdura”, resumió. Este desequilibrio se refleja en la priorización de la atención para las familias más necesitadas y en la gestión del padrón.
González relató que se realizó un reempadronamiento de familias y que muchos nombres quedaron fuera por falta de recursos: “tuvimos que hacer un reempadronamiento de familias, se bajaron muchos, porque tratamos de decirle la verdad, es que no hay para todos”.
Actualmente superan las 150 personas asistiendo y se prevé volver a revisar la lista ante nuevas incorporaciones. “Nosotros tenemos más de 150 personas que asistimos. Nosotros habíamos presentado un listado al gobierno y al municipio hacia un mes atrás y ahora se sumaron más, así que vamos a tener que volver a hacer un reempadronamiento”.
La conversación terminó con una indicación del estado actual de entrega de alimentos: “hoy día 26 estamos entregando solamente alimentos secos, no podemos cocinar”.
Comentarios