Adrián Romero, director del CENS 1, explicó las inscripciones para mayores de 18 años que hayan finalizado la primaria y deseen culminar sus estudios secundarios en Río Grande.
El programa está diseñado para facilitar el acceso a la educación secundaria en sede y en modalidad semipresencial, con horarios vespertinos para favorecer a quienes trabajan o realizan trámites.
A partir del lunes, la inscripción se realizará en la sede cercana al gimnasio Muriel, en el edificio del colegio Alicia Moreau de Justo, y también en la escuela número 4 de la Margen Sur.
En ambos lugares las actividades se desarrollan de 19 a 23 horas, con un formato práctico y flexible para facilitar el acceso.
Los requisitos iniciales son simples: fotocopia del DNI y certificado de finalización de la primaria. Si el postulante tiene trayectoria en la secundaria, se solicitan copias del libro matriz para evaluar posibles equivalencias.
De este modo, quien haya cursado parte de la secundaria podría empezar en segundo o tercer año, según corresponda.
El proceso admite iniciar sin todos los papeles al día. El interesado debe presentarse en el centro educativo correspondiente y, si llega documentación adicional después, los secretarios académicos realizan la equivalencia y ubican al estudiante en el año que corresponda.
En la práctica, muchos llegan desde el Norte y se les permite ingresar para empezar en primer año; cuando llegan los documentos, se ofrece la equivalencia correspondiente.
La matrícula puede gestionarse con la fotocopia del DNI. Si no se tiene trayectoria en la secundaria, basta con presentar el certificado de finalización de la primaria para ingresar a primer año.
“Tiene que ir al colegio donde hizo el todo el trayecto o parte del trayecto educativo, y si no directamente, como hace mucha gente, que por ahí viene del norte y nosotros los dejamos ingresar porque no es un requisito primordial para que empiece”, aclaró Romero.
“Empieza cursando quizás primer año y una vez que le llegan esos papeles, que por ahí siempre algún familiar manda una vez que llegan esos papeles, y nosotros a través de los secretarios hacemos la equivalencia y se los pasa a segundo o tercer año en el caso que corresponda”, mencionó el docente.
Romero señala que el CENS 1 reúne a una población mayoritariamente adulta. “Hay quienes ya son abuelos y trabajan en la administración pública; para muchos, terminar el secundario fue una deuda pendiente que ahora desean saldar”, sostuvo el funcionario, y agregó que “en otros casos, completar el secundario ha impulsado a muchos a plantearse estudios terciarios en el futuro”.
La iniciativa no solo garantiza un título, también ofrece oportunidades de inclusión laboral y desarrollo personal.
Las autoridades destacan la flexibilidad de la oferta educativa para adultos y la cercanía de los centros a sus domicilios, con la idea de facilitar trayectorias que muchas veces quedaron pendientes.
“El CENS 1 se caracteriza por tener gente bastante adulta y hay mucha gente que ya son abuelos, que ya están en planta en la administración pública, y solamente es una meta que por ahí le quedó pendiente en algún momento”, expuso Romero.
Añadió que “los hijos por ahí ya están grandes, entonces lo pueden llevar a cabo, y en otros casos también nos ha pasado que mucha gente lo ha tomado como una meta terminar el secundario, pero después se entusiasman y se animan al terciario también”.
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