El comercio de Río Grande atraviesa uno de sus momentos más críticos de los últimos años. Según la Cámara de Comercio local, las ventas cayeron alrededor de un 30% en términos nominales respecto al mismo período del año pasado, lo que en valores reales implica una contracción aún mayor.
El presidente de la entidad, José Luis Iglesias, describió un escenario de recesión profunda, endeudamiento familiar y desánimo social. “Todos los números empujan para abajo», manifestó Iglesias. Asimismo, agregó que el consumo se registra una «caída del empleo y un malhumor creciente. Tierra del Fuego está entre los lugares donde más cayó la actividad”, advirtió.
El titular de la Cámara de Comercio de la ciudad señaló que la crisis se refleja en locales que cierran, comercios que se achican y dificultades para pagar sueldos o proveedores. Según José Luis Iglesias, esta situación es consecuencia de una cadena de factores que arrastra a toda la economía provincial, tales como la pérdida de empleos industriales, freno en la obra pública y la construcción, parálisis del sector petrolero y endeudamiento de los hogares.
“El ciudadano común está con las tarjetas al límite. Cada vez se ven menos changuitos llenos, menos compras grandes. Los mayoristas también venden menos, porque el almacenero ya no compra para stockear, sino solo para reponer”, comentó Iglesias.
Otro de los factores que agravan la crisis es el avance del comercio informal y de las plataformas digitales, que según Iglesias “erosionan al comercio registrado y local”. El titular de la Cámara de Comercio indicó que hoy las compras fuera de la provincia son habituales y que muchos consumidores optan por adquirir productos en línea, lo que reduce el movimiento interno y afecta la recaudación.
El presidente de la Cámara estimó que Río Grande registra entre ocho y diez mil desocupados, una cifra que calificó como “inasumible para una ciudad que no puede absorber ni siquiera cien o ciento cincuenta empleos nuevos”. Frente a esto, reclamó mayor planificación y transparencia en la toma de decisiones estratégicas. “Nos prometen desarrollo, inversiones, puertos, pero no se concreta nada. No hay manejo racional de los recursos ni planificación seria”, cuestionó. En este mismo sentido, sostuvo que desde la prórroga del subrégimen industrial en 2023 “no hubo avances significativos” en la adecuación del modelo productivo.
También denunció la falta de transparencia en la gestión de recursos naturales y concesiones, reclamando que se publiquen auditorías y se abran los procesos de decisión a la sociedad. Para Iglesias, la raíz del problema es la inacción política y económica. “No hay trabajo porque no hay consumo, y no hay consumo porque no hay rentabilidad ni poder adquisitivo. Los negocios existen para generar rentabilidad, si no, desaparecen”, manifestó.
Asimismo, advirtió que Tierra del Fuego podría enfrentar un deterioro similar al de otras regiones que sufrieron el colapso de su estructura productiva, y llamó a una reacción urgente. “Tenemos un año para evitar eso, pero con inacción no alcanza; faltan cerebro y voluntad de cambio”, criticó Iglesias.
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