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Petróleo

Qué hay detrás de los rumores sobre el posible retiro de Roch de la Isla

La empresa salió a desmentir versiones sobre la no renovación de las áreas que tiene concesionadas en TdF. Pero hay detalles del tema que ponen en duda su real decisión de continuar.

Era madrugada del 17 de junio de 1949, pocos kilómetros al norte de Río Grande; el pozo exploratorio de hidrocarburos TF1 despedía hacia la superficie la primera -ansiada- bocanada de olor pestilente, gas y algo de sólido. Desde los 2071 metros de profundidad, el yacimiento pionero ofrendaba a la Tierra del Fuego las primeras muestras del recurso que iniciaría un largo camino de enriquecimiento, progreso y concreción de infraestructura básica, como la provisión de gas domiciliario a la ciudad de Río Grande.

Por los próximos 50 años, Tierra del Fuego se integraría al concierto de regiones petroleras, siendo casi un distintivo de la región norte de la futura provincia, que brindaría trabajo y regalías a manos llenas.

Esa rica y prolífica historia se terminó. Hoy, Tierra del Fuego ni siquiera figura en el listado de provincias petroleras en Argentina, aunque ello sorprenda a muchos y a pesar de que casi nadie (ni siquiera el sindicato) quieran hablar de ello.

¿Cuándo se inició el proceso de decadencia? Los números son incontrastables: cifras oficiales de la Secretaría de Energía e Hidrocarburos de la Provincia, resumidos en un cuadro por la consultora Neodelfos lo ilustran acabadamente.

A saber:

En los todavía pródigos inicios de siglo, en 2001, la producción de petróleo en Tierra del Fuego fue de 1.612.371 m3; una década después, la extracción estaba reducida a la mitad, con 776.983 m3. Los desaciertos de gobiernos provinciales divagantes, ineptos, irresolutos, formaban la base de la decadencia.

A 20 años de aquel 2001, con YPF en completa retirada, la producción anual sería menos de un 10%, casi inexistente. El registro oficial es de 209.007 m3 en 2024 y 73.646 hasta julio de 2025.

La caída en la producción de gas también es importante, pero no tan patética, gracias al extraordinario trabajo de Total Energies y su inclinación por la exploración y la explotación offshore, aunque totalmente concentrado en el gas, sin ya valorizar la producción de petróleo.

El resto del escenario está dominado por la huida impune de YPF, sin haber explorado ni un metro de excavación en los últimos 10 años y sin siquiera preocuparse por cubrir el pasivo ambiental.

Queda en producción Roch S.A., un grupo empresario liderado por Ricardo Omar Chacra, cuya situación es no menos inquietante y rodeada de una polémica que no ayuda a ser optimistas.

La controversia comenzó dos semanas atrás con la publicación de un medio santacruceño (que ha sido borrada de la web) en la que se informaba el posible cese de las actividades de explotación petrolera de Roch en Tierra del Fuego “debido a que no ha solicitado la renovación de la concesión” quevence en agosto de 2026.

Algunos portales fueguinos se hicieron eco de la noticia. El 8 de octubre el Diario del fin del mundo refería que Con más de dos décadas de presencia en la isla, Roch no solicitó la prórroga dentro del plazo establecido por la normativa (un año antes del vencimiento), por lo que, de no mediar una resolución administrativa o política, dejará de operar definitivamente en los bloques fueguinos”

Recordaba el portal que “La firma desarrolla su actividad en las áreas Río Cullen, con una superficie de 355,25 km²; Las Violetas, de 1.210,57 km²; y Angostura, de 417,47 km², todas ubicadas en la cuenca Austral, donde produce petróleo y gas natural”.

La respuesta de Roch, inmediata y con tono terminante, fue un comunicado (que se distribuyó a unos pocos medios en Ushuaia) en el que se desmentía (sin ser taxativa) lo publicado al asegurar que “en 2023 este consorcio solicitó formalmente a la provincia de Tierra del Fuego iniciar las conversaciones relativas a la extensión de las tres concesiones en las que participa. Conversaciones que, hasta la fecha, continúan desarrollándose…”

Nada acerca de la supuesta intención de continuar con la concesión, si bien asegura que está en negociaciones para ello.

A fin de acercar algo de luz a la controversia, radiofueguina.com consultó a fuentes del gobierno provincial, desde cuyo ámbito se negó todo tipo de reunión, intercambio de comunicados o diálogo con la empresa Roch en el pasado cercano.

“Si están negociando con el gobierno provincial, que me digan con qué funcionario hablan, porque conmigo y mis colaboradores nadie de Roch se ha comunicado en los últimos dos años”, rechazó, tajante, la propia ministra de Energía e Hidrocarburos, Gabriela Castillo.

Documentación a la que tuvo acceso este medio confirma que –efectivamente- Roch inició gestiones en diciembre de 2022 para la continuidad de la concesión. Que el 16 de febrero 2023 se le respondió desde la secretaría de Hidrocarburos haciéndole conocer “los lineamientos a cumplimentar por parte de las concesionarias interesadas en prorrogar sus áreas…” a fin de cumplimentar el nuevo contrato. Y que nunca más (pasados ya largos dos años) hubo comunicación formal alguna de parte de Roch hacia el gobierno provincial.

“Hay datos básicos que deben informar para analizar una posible prórroga, como el estado actual de los pozos en explotación, la situación del pasivo ambiental y el plan de inversiones para los próximos años, ni eso ni ninguna otra información se ha aportado desde febrero de 2023, mal pueden decir que están en negociaciones”, manifestaron las fuentes de Energía a este portal.

“La actitud de la empresa no nos permite pensar que quieren seguir adelante, ya se les venció el plazo de doce meses previos al fin de la concesión y no se han acercado”, desconfiaron desde el gobierno.

Una deuda que cambia la mirada

No obstante, hay otro dato que preocupa y que deja serias dudas expuestas en relación a la voluntad de Roch de seguir operando en Tierra del Fuego.

“No se puede hablar de nuevo contrato si no saldan la enorme deuda que tienen de canon y regalías y que no dan señales de querer honrar”, descartan desde la secretaría de Hidrocarburos.

La “enorme deuda” es –verdaderamente- significativa, según se ve en las tablas del cómputo oficial.

Ante la solicitud de información elevada por Radio Fueguina, la Agencia de Recaudación Fueguina (AREF), entregó las cifras de la deuda de Roch hasta el pasado 9 de octubre: 408.646.654,67 pesos en concepto de regalías y 253.264.034,78 pesos en carácter de canon FyV. Un total de casi 662 millones de pesos, suficientes para alterar los ánimos de cualquier negociación.

Fuentes extraoficiales hablan también de una preocupante deuda de Roch con sus proveedores y prestadores de servicio; la cifra –por razones obvias- no se ha podido precisar, pero superaría el millar de millones de pesos argentinos.

En definitiva, es cierto que en algún momento Roch pidió la concesión del contrato que le permitiría seguir con la explotación en las tres áreas que tiene a cargo. Pero no menos cierto es que no siguió adelante con el trámite y que viene dando escasas razones para creer en su verdadera decisión de continuar con sus 30 años de historia en la producción de hidrocarburos en la provincia.

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