Un grupo de acompañantes terapéuticos que trabajan con la Obra Social del Estado Fueguino (OSEF) atraviesa una situación de impago que se extiende por varios meses. La gestión de cobros y los esfuerzos de diálogo con autoridades mantienen en alerta a los equipos que acompañan procesos de salud mental y desarrollo en la provincia.
“Esta lucha la venimos llevando hace años, reclamando por mejoras y ahora es simplemente nada menos que nos paguen nos deben meses en algunos casos 5 meses en otro tres y deudas de ese tipo”, expresa Bibiana Carmona, acompañante terapéutica, en la entrevista realizada en el programa “Tarde a tarde” de ((La 97)) Radio Fueguina.
En su testimonio se advierte la acumulación de deudas y la sensación de que las gestiones de cobro no avanzan, incluso reclamando al gobernador que los atienda.
“A raíz de la carta que hicimos por esta situación y el total mutismo de todos lados, porque enviamos cartas para que nos reciba el señor gobernador, el intendente, las autoridades de OSEF, quien esté a cargo, y nos dicen que es una persona, que es otra, que no está, que ya renunció, que cambiaron, y nos tienen así con una incertidumbre”, continúa Carmona reflejando la frustración ante la falta de respuestas institucionales y la falta de un canal de comunicación estable.
“Ayer decidimos ya enviar una carta abierta al señor gobernador y hoy nos pagaron el mes de junio, y en algunos casos ya están cobrando a partir de las 11 de la mañana de hoy el mes de junio”, señala, describiendo un giro reciente en los pagos que, si bien alivia parte de la deuda, no soluciona la irregularidad estructural.
“Sin embargo hay otros compañeros a quienes nos deben desde antes y como se ha devaluado también eso que cobramos está muy por debajo de un nomenclador que nosotros nos guiamos”, explica, describiendo la discrepancia entre los montos cobrados y el sustento legal y económico mínimo necesario para las tareas.
“Eso no alcanza de todas manera, por eso queríamos reunirnos, solicitamos varias veces un canal de diálogo real, concreto y nunca se nos escuchó, y ahora estamos con problemas con la OSEF”, insiste, subrayando la necesidad de un diálogo formal y sostenido con las autoridades para definir criterios de pago y periodicidad.
“Pero hay otras obras sociales que están en igual situación, o en algunas nos pagan lo que quieren o hay aumento de 1.000 pesos”, añade, situando el tema en un marco comparativo y señalando que la problemática no es aislada.
“La verdad es que es una lucha y que incluso ahora vamos a llegar a diciembre y no sabemos nuestra continuidad que va a pasar con nosotros”, alerta, dejando entrever el temor a la continuidad laboral ante la falta de pagos recurrentes.
“Son varios temas, pero en este momento la carta fue por el tema de los varios meses que nos debían de OSEF”, resume como la situación central que impulsó las acciones de las trabajadoras.
“Nosotros trabajamos en equipos interdisciplinarios, de apoyo en crisis, de desarrollo de actividades, siempre trabajamos en equipo y quién nos paga son las obras sociales, que nos contratan y es el usuario la persona que necesita el acompañamiento”, especifica Carmona, aclarando la estructura de la labor y de los pagos, que dependen de las contrataciones de cada usuario. “Trabajamos en inclusión social, en Salud Mental, en procesos de la vida cotidiana”, continúa, enfatizando el alcance del trabajo y su misión social.
“Las obras sociales privadas están cumpliendo con los pagos, acá sabemos que trabajar con el estado demora algunos meses en empezar a cobrar, pero ahora se ha generado una situación que, cada vez que vamos a cobrar, a veces no sabemos si lo vamos a hacer a fin de mes, el mes que viene, dentro de dos meses o dentro de tres meses, y en este caso ya algunas personas llevan 5 meses de deudas”, detalla, describiendo el desfase temporal entre servicios prestados y retribución.
“Hay trabajadores que ya deben tres meses de alquiler y como sabemos se vive de esto nosotros no tenemos otros ingresos, nuestra fuente de trabajo es ésta” continúa, poniendo de relieve la vulnerabilidad del sustento económico ante la morosidad.
“Suben los precios y nosotros ni siquiera pedimos ya un aumento, pedimos que nos paguen lo que nos deben y tratar de conseguir que el señor gobernador nos atienda, porque tenemos varios temas que debemos contemplar”, concluye Carmona, convocando a una respuesta institucional y a la defensa de los derechos laborales de las personas que prestan este servicio.
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