Un tema sensible que afecta a familias y a menores: qué hacer cuando un progenitor no asume la paternidad y cuál es el camino legal para asegurarle al niño el reconocimiento, la protección y las obligaciones correspondientes.
El abogado Martín Luft, invitado en ((La 97)) Radio Fueguina, explicó las principales situaciones que suelen presentarse y las respuestas jurídicas que suelen buscarse ante estos casos.
La situación más común, según Luft, es la de parejas que no planificaron tener hijos y que luego enfrentan desencuentros. “Estos casos pasan mucho, parejas que no han planificado tener sus hijos y después empiezan a haber desencuentros, a veces están planificados y hay algún arrepentido de por medio, también pasa, pero hay que entender que en estos casos una familia, un progenitor, una madre no hay un derecho de no responsabilizarse, hay un derecho de los niños”.
“No asiste a los padres algún derecho de no responsabilizarse esa paternidad, pero si hay un derecho del niño de tener un progenitor que resuelva los gastos y demás”, insistió el abogado.
“Por lo cual, es un proceso judicial engorroso por supuesto, pero con una sola salida, es muy difícil, es imposible en realidad que un progenitor que de positivo en la prueba de ADN pueda desligarse de la responsabilidad parental”, señaló el asesor legal.
Aunque no sean la mayoría, estos casos se dan y a menudo desembocan en procesos judiciales que pueden prolongarse. “No es que sean muchos casos, pero sí hay bastantes, la mayoría de los casos que existen se suelen dar en aquellos casos de que no existía una relación formal entre las partes, sino que por ahí fue un encuentro casual, entonces hay alguna de las partes que quiere estar seguro o quiere chequearlo”, expuso Luft.
En estos casos advirtió que lo pueden hacer de manera privada, ya que no hace falta que llegue a los estrados judiciales, pero “sí existen estos casos de que llegan de muchos años a buscar un abogado a los fines de forzar el reconocimiento de la paternidad”.
En la práctica, la ley obliga a reconocer la paternidad y establece consecuencias claras para el progenitor que no asume esa responsabilidad. “El juez no puede obligarlo a que se comporte realmente como un buen padre, eso no lo va a poder hacer, pero termina con el juez obligando al padre a tener una cuota alimentaria o una indemnización, puede ser también por el daño que provocó en el niño esa falta de reconocimiento”, afirmó Luft.
El abogado destacó que la negativa a reconocer puede generar daños legales y que, en casos donde la negativa se mantiene, se abordan como un juicio por daños y perjuicios.
“La mera negativa por parte del progenitor ya se considera que configura un daño, ahí habría que ver con qué se acredita obviamente cada situación particular, y si por ejemplo el progenitor realmente cree que es su hijo y quiere hacerse cargo, pero no lo dejan acercarse, pero 10 años después le hacen un juicio, él va a argumentar que nunca cometió ese daño a esa persona, porque también hemos conocido casos así, de personas que le han negado su paternidad, y que años después sí le llega el juicio por reconocimiento de paternidad responden que preguntaron cuando nació y le habían dicho que no”.
Cuando hay dudas o conflictos, la vía más habitual pasa por la prueba de ADN, pero si existe un progenitor que no quiso reconocer un niño, el daño estaría configurado y se realiza un juicio aparte por daños y perjuicios.
Luft, explicó que de existir un desacuerdo, la prueba genética puede determinar la paternidad. “Una presunción en su contra de que el niño es de esa persona, suponiendo que ya se haya hablado de manera particular, porque pueden existir dudas que se solucionan de manera particular, se va a un laboratorio se hace un ADN privado, y en eso no hace falta que intervengan abogados, ni nada, da positivo el ADN, se van al registro civil, hacen el reconocimiento voluntario, y esa posibilidad existe”.
“En caso de que no exista la posibilidad de ponerse de acuerdo, la persona en el caso del reconocimiento suele ser la madre, porque en ese caso es imposible que niegue la responsabilidad sobre el niño, porque nació de ella -precisó el abogado-. Suele ser la madre que inicia alguna demanda de afiliación, se notifica al presunto progenitor a los fines de que él pueda exponer su defensa, y se presenta el juicio, y luego es la prueba de ADN, y una vez que sale el análisis, el juez dicta una sentencia”, detalló.
Diversas situaciones pueden derivar en resoluciones distintas. Luft señaló que la intervención judicial busca garantizar derechos del niño y establecer responsabilidades claras. En estas discusiones, la defensa de la infancia y la seguridad económica y afectiva del menor son prioritarias.
Comentarios