La industria textil de la isla vuelve a enfrentarse a una medida que golpea directamente a trabajadores y comunidades. 35 despidos sacudieron la planta de Sueño Fueguino y dejaron en vilo el futuro de una plantilla que venía sosteniendo la producción.
A la noticia se sumó la consternación de quienes pertenecen a los sindicatos que la representan y que ya preparan respuestas para salvaguardar los derechos laborales.
Desde el Sindicato Obrero de la Industria del Vestido y Afines (SOIVA), Silvia Vidal, secretaria general, tomó la palabra para exigir claridad y justicia ante la situación.
El martes se encontraron «con la sorpresa, porque no sabíamos nada, nos enteramos en realidad por los medios también, como el resto, de que estaban los 35 despidos”, indicó la sindicalista.
La magnitud del anuncio se hace evidente al revisar los perfiles de los empleados afectados. Vidal mencionó que los despidos fueron “20 contratados que habían sido contratados hace unos meses y gente efectiva», pertenecientes también a los otros gremios de SETIA y de camioneros, indicó Vidal.
En medio del dolor, emergen historias personales que enfatizan la necesidad de respuestas rápidas. “Uno de los despedidos tenía 22 años en la empresa, otro 8 años, otro 20 años, al menos la gente nuestra de nuestro sindicato”.
La dirección de la empresa argumenta que la producción seguía activa, lo que agrava las preocupaciones sobre la gestión y el proceso de despidos. “El tema de producción nunca bajó, de hecho hacía dos meses que había contratado gente, estaban trabajando todos normal -expresó la referente-. Obvio que nosotros sabíamos que algo iba a pasar, por la situación de Sueño Fueguino, de que le revocaron la cautelar que tenía y no puede sacar la mercadería de la provincia”.
Vidal señaló que sabían «que algo podía llegar a pasar, pero no pensábamos que eran los despidos. Veníamos hablando, el mes anterior nos habían planteado el tema de adelanto de vacaciones o suspensiones, y quedó todo en la nada, porque en un principio no se aceptaron las vacaciones ahora pero estábamos hablando de poder llegar a algo, y nos encontramos con esto el lunes”.
La representante gremial también enfatiza la complejidad de la coyuntura: “La empresa pagó todo en la indemnización por eso mucho no podemos hacer y también sabemos que estas empresas es muy difícil que se pueda revertir la situación”.
El sindicato tampoco oculta su preocupación por el efecto dominó en la cadena de valor local. “Lo que estamos hablando y tratando es que no sigan los despidos. Es muy complicada la situación para todos en general. Una por el tema de las bajas ventas, de que no hay consumo, pero se suma el tema de Sueño Fueguino de que tiene rechazada la medida cautelar”.
“Entonces está esperando a ver qué puede llegar a salir y esperemos que le salga y que se la den de nuevo a la cautelar y que pueda seguir trabajando”, expuso Vidal.
Se estima que la plantilla queda en un número cercano a setenta trabajadores, con un total de 35 despidos. “Ahora en este momento en la empresa deben quedar entre todos los gremios 70 trabajadores como máximo, un poquito menos, y en total fueron despedidos 35 empleados”, relató la gremialista.
La situación se analiza en un marco que vincula aspectos laborales, judiciales y políticos, en el marco de la quita de beneficios de la ley 19.640 que impulsa la presidencia de Javier Milei. “Es un problema político porque es Nación la que no le permite a la empresa seguir trabajando en las mismas condiciones, hasta que por lo menos se defina lo del juicio”, concluyó vidal.
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