Publicado en
Dr. Alberto Núñez, ginecólogo

Son graves las consecuencias de consumir alcohol durante el embarazo

El reconocido ginecólogo de Río Grande detalló los severos daños orgánicos y cognitivos que provoca el Trastorno del Espectro Alcohólico Fetal, una condición irreversible que solo puede prevenirse con la abstinencia.

En el marco del Día Mundial del Trastorno del Espectro Alcohólico Fetal (TEAF), el doctor Alberto Núñez, ginecólogo de amplia trayectoria en Río Grande, brindó una exhaustiva explicación sobre esta condición. 

Entrevistado en ((La 97)) Radio Fueguina, el profesional comenzó recordando los orígenes de su estudio: “Las primeras descripciones se hicieron en los conceptos problemáticos que teníamos con las embarazadas. La primera que sale es el alcohol. Y los primeros estudios que se hicieron de población fueron del año 1953”

Núñez describió el cuadro completo de la afección: “Es un espectro del niño de la mamá alcohólica. Hay un cuadro que es completo, que es patrimonio sobre todo de la neonatología. Porque el chico nace con características, sobre todo en su carita, con manifestaciones de lo que le generó el alcohol a ese niño intraútero”.

El mecanismo del daño fue explicado con precisión: “El alcohol difunde la placenta. Al pasar el alcohol por la placenta, ese alcohol un adulto lo metabolizamos en el hígado (…) Pero en el neonato, ese alcohol que pasa la placenta se metaboliza en un hígado que está inmaduro. Entonces, ese etanol se difunde por todo el cuerpo del chico y le genera trastornos”

Esos trastornos orgánicos son en muchos casos visibles: “Son chicos que tienen como una frente grande. Tienen muy cerca los ojos uno al lado del otro. Eso forma parte a veces de un cuadro que se llama microcefalia. Y la particularidad, cuando es completo, el niño de madre alcohólica tiene una nariz, como que vos tenés la nariz a la misma altura del labio superior, como si le hubieran puesto una plancha. El labio superior es bien finito”.

Más allá de las malformaciones físicas, como la fisura palatina o el labio leporino, Núñez destacó otros problemas graves: “Son niños que nacen a los nueve meses y son muy chiquitos (…) se comporta como un desnutrido fetal”

Pero advirtió que el espectro es amplio: “Hay algunos trastornos que aparecen en este espectro que no tienen trastornos morfológicos, pero sí trastornos de la conducta de los chicos y trastornos del aprendizaje. O sea, daños cognitivos. Daños conductuales”

Sobre la dosis riesgosa, el doctor fue claro: “Promedio serían 14 gramos de alcohol. Por un criterio clínico se dice que aquella mujer que consume más de 4 a 5 tragos de alcohol por día, ya es una causa que le genera deterioro al chico” parangonándolo con el consumo de un vaso de cerveza. 

Alertó especialmente sobre los embarazos no planificados, donde el consumo social puede volverse peligroso. Respecto a la incidencia, citó estadísticas: “A nivel internacional se habla de un 2 por mil. O sea, cada mil nacimientos, dos chicos (…) En nuestro país hay una estadística que dice que el 1% de los chicos -algunos dicen el 2-, de los chicos estudiados hasta los 6 años, tienen algún tipo de problema”

El profesional enfatizó el objetivo final de la obstetricia: “El éxito de la obstetricia no es solamente que el niño nazca, llore al nacer y tome la teta, sino que el éxito se ve también en el jardín. Cuando ese chico tiene toda su capacidad para aprender, para socializar”.

Finalmente, el doctor Alberto Núñez fue contundente al señalar la inexistencia de cura: “Lo dramático de todo esto es que no hay cura. Lo único que tenemos que insistir es en la prevención”.

Comentarios