La empresa minera de criptomonedas CryptoPatagonia podrá seguir operando y aturdiendo a los vecinos del barrio San Martín con sus generadores, gracias a la sorpresiva medida de la jueza administrativa de Faltas, que anuló la clausura impuesta por funcionarios del Municipio de Río Grande.
Ubicada desde 2017 entre las calles Echelaine y Guayaquil, CryptoPagonia es una empresa minera de criptomonedas y tokenización, que ha sido denunciada por los vecinos por los ruidos molestos y contaminación ambiental que genera.
Aunque en su sitio web oficial la empres afirma que sus equipos están “alimentados exclusivamente por los abundantes recursos de energía renovable de la Patagonia”, se ha provisto de energía a gas hasta que se dispuso la instalación de cuatro potentes generadores a gasoil que, ubicados al aire libre, atormentan con sus ruidos a los vecinos, cuyos reiterados reclamos han generado un pedido de informes del Concejo Deliberante y la actuación de las áreas pertinentes del Municipio.
Durante el mes de julio, la Dirección de Comercio e Industria llevó adelante un exhaustivo trabajo de control e inspección técnica, solicitando a la empresa la insonorización de sus instalaciones, la presentación de un informe de impacto ambiental vinculado al funcionamiento de los generadores eléctricos, y la suspensión preventiva de actividades en el horario de 22 a 07 horas, hasta tanto se resolviera su situación de habilitación.
Sin embargo, a pesar de las notificaciones correspondientes, la empresa no cumplió con los requerimientos establecidos ni presentó documentación técnica suficiente. Por tal motivo, y en el marco de la ordenanza vigente, la Dirección de Comercio e Industria resolvió –el 25 de julio- la clausura del funcionamiento de los generadores eléctricos hasta que se realicen los estudios y obras necesarias para su regularización.
Atento a la apelación presentada por la empresa ante el Juzgado de Faltas, se conoció hoy la sorpresiva resolución de la jueza Dora Galeano, quien anula la clausura y permite el pleno funcionamiento de los generadores.
En su resolutorio, Dora Galeano admite que es el Estado Municipal “quien carga con la responsabilidad irrenunciable de velar por la salud, la salubridad pública y la protección ambiental” y que debe hacerlo “mediante la ejecución de la norma local que establece una escala de decibelios máximos permitidos”. Deja expuesto, como agravante de los incumplimientos de la empresa minera que “surge expresamente que los cuatro generadores fueron instalados con posterioridad a la emisión de la habilitación comercial”.
Pese a todo ello –y a sus propios dichos- Dora Galeano resuelve desautorizar a los funcionarios municipales, desconocer lo actuado y “CONCEDER CON EFECTO SUSPENSIVO el Recurso de Apelación y Nulidad interpuesto…” por la empresa.
En virtud de lo dispuesto, CryptoPatagonia queda habilitada para operar con todas sus instalaciones, a pesar de todos los reclamos vecinales y hasta tanto un Juzgado Correccional resuelva en instancia superior sobre la controversia.
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