El presidente Javier Milei arriba este lunes a la ciudad de Ushuaia para participar de una serie de actividades de campaña en respaldo a los candidatos de La Libertad Avanza al Congreso Nacional.
La agenda del mandatario, que incluye una caminata por el centro de la ciudad junto a los postulantes Agustín Coto, Belén Monte de Oca, Miguel Rodríguez y Analía Fernandez, busca capitalizar su presencia para reforzar la adhesión electoral en una provincia compleja. No se conocen con precisión las otras actividades y visitas de la comitiva, y solamente trascendió que recorrerá la planta fabril de la empresa Newsan.
Los libertarios locales confían en que la visita del líder nacional permitirá impulsar sus chances en las elecciones de octubre, marcando el inicio de una gira que recorrerá estratégicamente las ocho provincias donde se renovarán bancas del Senado.
La llegada del Presidente se produce en un clima de palpable tensión. Tierra del Fuego, una de las jurisdicciones más afectadas por el desempleo y por políticas económicas como la baja de aranceles que impacta en su industria electrónica, ya muestra signos de rechazo.
La Confederación General del Trabajo (CGT) local convocó a una concentración para las 14:30 con el objetivo de declarar a Milei «persona no grata», argumentando que sus medidas de ajuste perjudican a los trabajadores.
Paralelamente, el Sindicato Unificado de los Trabajadores de la Educación Fueguina (SUTEF) realizará un «banderazo por la Soberanía» a las 17:30 en la plaza Islas Malvinas, en una clara alusión a las controversias generadas por las declaraciones del mandatario sobre la cuestión Malvinas y la posible injerencia extranjera.
Esta es la tercera vez que Milei visita Tierra del Fuego y, de manera consecuente, desestima incluir a Río Grande en su itinerario. Esta omisión es interpretada por algunos sectores como una decisión estratégica, dado que en esa ciudad se concentra el núcleo industrial provincial, el más castigado por las políticas nacionales y, por lo tanto, foco potencial de protestas más significativas.
El malestar se ve agravado por los persistentes rumores, nunca oficialmente confirmados pero ampliamente circulados en la esfera política local, que sugieren que el expresidente estadounidense Donald Trump habría solicitado como contrapartida al acuerdo de financiamiento alcanzado con el Tesoro de EE.UU. el despliegue de militares norteamericanos en Ushuaia y el establecimiento de una base en la capital fueguina. Este tema es de una sensibilidad extrema en una provincia que alberga en su identidad la causa de las Islas Malvinas, consideradas territorio argentino usurpado, y donde ya existen alertas de legisladores opositores sobre posibles concesiones al Pentágono en la base naval que se construye en la zona.
La visita de Javier Milei a Ushuaia ha despertado también un inusitado interés en la prensa de alcance nacional, que sigue al minuto la presencia presidencial en la capital fueguina. La expectativa sin dudas se relaciona con la posibilidad de que las contramarchas y convocatorias de repudio de alguna manera opaquen el carácter proselitista del viaje a Tierra del Fuego, y la repercusión que eso causaría.
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