Oscar Martínez, secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica de Río Grande, expresó una profunda preocupación por la situación actual de los trabajadores, definiendo el clima como de “mucha angustia por parte del conjunto del movimiento obrero, los trabajadores de nuestro sector, pero también todos aquellos que se puedan ver afectados justamente por esta posibilidad de la pérdida de su puesto de trabajo”.
El dirigente, en ((La 97)) Radio Fueguina, atribuyó esta crisis a la aplicación de medidas como el decreto que establece arancel cero a las importaciones, una situación que “hemos venido denunciando” y que “llegó el momento” de su aplicación por parte del gobierno central.
Frente a este panorama, Martínez señaló que desde el gremio mantendrán la presión. “Tenemos previsto en las próximas semanas una nueva reunión de la mesa para ver si podemos lograr allí algún tipo de compromiso de parte del sector empresario”, explicó.
Sin embargo, admitió que la realidad es cada vez más compleja, con “situaciones donde hemos tenido que acordar suspensiones” y con “una incertidumbre sobre cómo va a ser el inicio del año 2026”.
Respecto a las negociaciones, fue contundente: “Lamentablemente no para nuestro sector”. Aunque reconoció que los empresarios exploran alternativas comerciales, como el sistema de venta courier al continente, identificó el problema de fondo: “No hay consumo, hay una caída estrepitosa del consumo, atento a que el movimiento obrero, sobre todo, y los sectores populares, no tienen este poder adquisitivo”.
Consultado sobre el riesgo concreto para los puestos de trabajo, el sindicalista amplió el alcance de su advertencia: “Peligran la situación general de los trabajadores en todo el país”. Ilustró su afirmación con casos concretos: “Los compañeros de Campana nos comunicaban del cierre de una fábrica de motos muy importante que dejó una cantidad de más de 60 trabajadores sin su puesto de un día para el otro. Situación similar se vive en el sector del acero”.
Oscar Martínez concluyó alertando que se está ante “un problema serio”, agravado en la provincia por otros sectores, como el textil, que “están siendo golpeados duramente por este tipo de políticas”.
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