Un juez federal de Estados Unidos ordenó a Google compartir parte de sus datos de búsqueda con competidores y limitar contratos de exclusividad, pero rechazó las medidas más severas que pedía el gobierno, como la venta de Chrome. La reacción en Wall Street fue inmediata, con Alphabet en alza tras conocerse el fallo. The New York Times informó que el precio de la acción trepó en el mercado after-hours y luego cerró con un incremento superior al 9% el día posterior a la sentencia.
Qué resolvió el juez
El juez Amit P. Mehta, del Tribunal de Distrito de Columbia, dictó un remedio antimonopolio que obliga a Google a licenciar parte de sus resultados de búsqueda a competidores y a restringir pagos y acuerdos que aseguran la preinstalación del buscador en dispositivos y navegadores. Sin embargo, no accedió a la petición del Departamento de Justicia de forzar la venta de Chrome ni de prohibir por completo esos acuerdos de distribución.
Entre las medidas destacan:
- Datos para rivales: Google deberá compartir parte de su índice y resultados con competidores calificados.
- Límites a contratos de distribución: quedan prohibidas las exclusividades, aunque se permiten algunos pagos por posición preferente.
- Sin desinversión en Chrome: el tribunal optó por remedios conductuales en lugar de obligar a dividir la empresa.
Reuters destacó que la resolución regirá por seis años e introduce un esquema de licenciamiento con salvaguardas de privacidad.
El papel de la inteligencia artificial
El fallo subrayó que la irrupción de la IA generativa cambió el curso del caso. Herramientas como las de OpenAI, Anthropic o Perplexity están modificando la forma en que los usuarios realizan búsquedas. Google, que ya incorpora respuestas de IA en sus resultados, se enfrenta a un escenario más competitivo de lo previsto al inicio del juicio.
El juez admitió que, frente a este panorama, los tribunales deben actuar con “humildad” y evitar imponer remedios que podrían quedar rápidamente obsoletos.
Cómo reaccionó el mercado
El mercado interpretó la decisión como menos gravosa de lo esperado. El miércoles 3 de septiembre, las acciones de Alphabet cerraron con una suba superior al 9%, alcanzando máximos históricos intradía cercanos a 231 dólares. Yahoo Finance señaló que los inversores celebraron que Google evitara una reestructuración forzada, lo que reduce riesgos a corto plazo.
Google, una de las tecnológicas más valiosas del mundo, ya había protagonizado hitos bursátiles en la última década, como en 2012 cuando se convirtió en la segunda tecnológica más valiosa.
Críticas y apoyos
No todos quedaron conformes. Gabriel Weinberg, CEO de DuckDuckGo, calificó la medida de insuficiente para abrir realmente el mercado, al afirmar que la obligación de compartir datos no generará cambios significativos. Para otros analistas, incluso remedios moderados pueden tener un efecto disuasorio, como ocurrió con el caso Microsoft en los años 2000.
Google, por su parte, expresó preocupación por los impactos en la privacidad, pero celebró que el fallo reconociera la presión competitiva de la IA.
Otros frentes legales
El fallo no cierra las batallas judiciales. En abril, un tribunal de Virginia determinó que Google tenía posición monopólica en mercados de publicidad digital, y ese caso sigue en etapa de definición de remedios. Además, la empresa ha enfrentado litigios diversos a lo largo del tiempo, como cuando una celebridad argentina consiguió en tribunales que Google pagara un resarcimiento.
Qué significa este fallo para el futuro de la competencia digital
La resolución marca un hito: sin ordenar una ruptura de la compañía, impone límites a las prácticas de exclusividad y abre la puerta a que rivales accedan a datos clave. El efecto real dependerá de si esas condiciones permiten el surgimiento de alternativas sólidas en un mercado donde la IA redefine la búsqueda. Mientras tanto, el veredicto ya tuvo un impacto tangible: las acciones de Google en máximos históricos y una señal clara de que la disputa judicial continuará.
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