Gran parte de la población fueguina, que venía manifestando su malestar por el radar de la empresa Leolabs, pudo respirar con alivio tras la confirmación del intendente de Tolhuin, Daniel Harrington, de que el dispositivo dejó de operar luego de que se procediera a retirar el suministro eléctrico.
Harrington precisó además que “todo lo que tiene que ver con la obra civil no sólo no la evitamos, sino que además la multamos”, y explicó que actualmente se encuentran en el proceso de notificación para la ejecución del pago de multas, mientras que los aspectos técnicos serán abordados por el área legal del municipio.
La decisión de frenar el funcionamiento del radar constituye una respuesta a la preocupación social generada en la provincia, donde distintos sectores venían reclamando por la instalación y operación del equipo. El cierre de esta etapa, aunque aún restan definiciones legales, representa un gesto político frente al malestar ciudadano que el caso despertó en Tierra del Fuego.
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