Publicado en
Chicos que Crecen

El camino de Mateo: de los acordes a las computadoras, con la música siempre como compañera

De la música al mundo digital, entre dudas y nuevos comienzos, el joven fueguino, encontró su lugar en la programación. La historia de Mateo Insaurralde refleja la de muchos que se animan a probar hasta hallar su vocación.

Todos los martes, el programa «Un Gran Día», de ((La 97)) Radio Fueguina, comparte las historias de jóvenes fueguinos que lograron recibirse de una carrera profesional. Esta vez, el protagonista fue Mateo Insaurralde, un joven de 23 años que acaba de convertirse en técnico en Programación, luego de un camino de búsquedas, cambios y aprendizajes.

Mateo nació en una familia chaqueña que se instaló en Tierra del Fuego por motivos laborales. Su paso por la secundaria lo llevó por distintos establecimientos, «primero la CPET, después Ushuaia y finalmente la Haspen», donde egresó en 2019. A partir de allí comenzó la etapa más desafiante: decidir qué estudiar.

Su primera elección fue la música, su gran pasión desde siempre. Ingresó al Profesorado en el I.S.E.S. de Río Grande y, más tarde, viajó a San Luis para estudiar Producción Musical. Sin embargo, al poco tiempo se dio cuenta de que esa vocación era más un hobby que un futuro profesional. “En un comienzo me apasionaba bastante, pero entendí que quería disfrutar la música sin la presión de trabajar de eso”, contó.

De regreso en Río Grande, una charla con su mejor amigo cambió su destino. Él estaba por anotarse en la Tecnicatura en Programación de la UTN y convenció a Mateo de sumarse. “Empezamos a estudiar juntos. Él dejó la carrera y yo seguí hasta recibirme”, relató con orgullo sobre aquel junio en que alcanzó el título.

Su historia refleja lo que viven muchos jóvenes al salir de la secundaria: la incertidumbre frente al futuro académico y laboral. Mateo recordó unas palabras que lo ayudaron a no desanimarse, dichas por su hermano mayor: “A los 20 años uno cree que tiene que recibirse rápido, que todo tiene que resolverse enseguida. Y en realidad hay tiempo para probar, para equivocarse y volver a empezar”.

Con esa experiencia, hoy anima a otros a no temerle a los cambios: “Es bueno arriesgarse, intentar distintas opciones. Mientras exista la posibilidad de estudiar, sobre todo carreras gratuitas, hay que aprovecharla hasta encontrar lo que realmente nos gusta”.

Comentarios