La realidad de los conductores de taxis y remises en Río Grande se ha vuelto cada vez más compleja ante las fluctuaciones de precios y la competencia que redefine el mapa del transporte urbano.
Esther, taxista de la ciudad, comparte su experiencia en una entrevista realizada en ((La 97)) Radio Fueguina, destacando los desafíos diarios que enfrentan quienes sostienen este servicio esencial para la movilidad local.
Según Esther, el incremento de precios no es un hecho puntual sino un efecto continuo que impacta directamente en la vida diaria de los trabajadores del volante. “Ya se hace difícil porque tenés un aumento en octubre y un aumento mañana, son centavos, pero a lo largo del día te suman un montón, porque nosotros cargamos continuamente combustible, para nosotros a nivel taxis es complicado porque ya todo es más caro”, explica.
La recaudación se ve afectada por la necesidad de mantener la flota en movimiento. “Repercute porque hoy pagas un precio y ya a la noche pagas otro precio, entonces cada día se hace más difícil, y tenés que trabajar en línea, más parado, o si no meterle pero es carísimo cada día”, señala.
Este ciclo obliga a que los conductores estén en la calle durante largas jornadas para intentar disminuir el impacto de las variaciones diarias en el precio de combustibles y repuestos. “Día tras día son centavos los que aumentan y vos te das cuenta por ejemplo YPF tiene un precio a la noche y a la mañana vas y tiene otro precio, lo mismo que la Axion son dos empresas que en lo que es el transporte le afecta muchísimo eso”, agrega.
A su vez, la competencia, especialmente por las plataformas de transporte, emerge como un factor que altera el equilibrio económico de este sector. “Se trabaja muchas horas y aparte con la competencia ilegal que ya todos conocemos y la guerra un poco en sí con los Uber, que vos pagas todo vos, pagas distintas cosas y ha caído el trabajo con estas plataformas, y en esto algo se tiene que alguien tiene que tomar riendas en el asunto y hacerlo”, señala la entrevistada.
La situación genera una lógica de mayor tiempo en la calle con menor rentabilidad, una combinación que golpea especialmente a conductores con costos fijos elevados.
La conversación también aborda la inversión en unidades más modernas frente a un entorno de precios en alza. “Es continuo el aumento de todos los insumos hoy vas a comprar algo para tu auto a nivel repuesto y a los dos o tres días tenés otro precio. Nosotros sabemos lo que es traer cosas desde el continente hasta la isla, es un aumento continuo y cada vez se hace más difícil. Tratamos de mantener unidades nuevas, por ejemplo ATURG tiene muchos unidades nuevas, es decir vehículos en los que invertimos mucho nosotros para prestar un buen servicio, pero sí tenemos aumentos continuos se hace complicado para la calle, se aumenta la nafta, se hace cuesta arriba todo y creo yo que a nivel transporte es muy difícil y la verdad es que nadie hace nada”, concluye.
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