El Club San Martín será escenario esta noche de un encuentro único con la historia antártica argentina. A las 19 horas, el investigador David Pizarro Romero presentará su libro «Petrel: corazón del esfuerzo argentino en la Antártida contado en primera persona», un testimonio sobre la vida en el continente blanco.
El evento, gestionado por el municipio local, busca acercar a la comunidad fueguina una realidad que, aunque geográficamente cercana, sigue siendo desconocida para muchos.
«Gracias a la gestión del municipio pude venir a presentar este libro sobre Petrel», confirmó Pizzarro en diálogo con «Radio Noticias» de ((La 97)) Radio Fueguina. El historiador llega precedido por una charla brindada a 200 efectivos del BIM 5, donde destacó la necesidad de difundir la actividad antártica».
La obra se estructura en dos partes claramente diferenciadas. La primera aborda «generalidades que tienen que ver con la actividad antártica argentina, la importancia de lo que tiene que ver en la estrategia geopolítica económica de la Antártida». Pizarro enfatizó un aspecto crucial: «Argentina tiene un reclamo de soberanía en la Antártida. No somos los únicos; también está el reclamo que se superpone de los chilenos y de los británicos».
La segunda parte sumerge al lector en la experiencia humana: «Yo tuve el privilegio de estar en el invierno de 2022 y después en la primavera-verano de 2023. Entonces hablo un poco de cómo es estar allá: la comida, la alimentación, las creencias, la sanidad, la convivencia de estar 24 horas con tus compañeros». Este relato se enriquece con entrevistas a dos dotaciones que compartieron la base.
Pizarro dedicó especial atención a las particularidades de Petrel, la séptima base permanente argentina, que renace tras un incendio en los años 70. «Por las características del clima tiene buen clima, tiene buen lugar, tiene una bahía bastante tranquila», explicó, contrastándola con Marambio: «Marambio tiene mucha nubosidad, mal clima. Muchas veces los aviones no pueden aterrizar porque no ven la pista. En cambio Petrel está a nivel del mar, no tiene nubosidad».
Esta ventaja estratégica explica por qué se la está transformando con una pista de aterrizaje y nuevas instalaciones. Pero el verdadero protagonismo lo tuvieron las personas: «Formamos un muy buen vínculo porque tuvimos muchas dificultades. Dormíamos vestidos, hacía mucho frío, no había calefacción. El símbolo de esta camaradería se dio en compartir todo el día juntos». Fue la etapa de inicio del proyecto de recuperación de la base.
Por otra parte, el investigador reveló cómo su pasión futbolística le abrió las puertas de la Antártida. Tras coincidir con el entonces coronel Calandín («un fanático de Boca enfermo»), su relación se fortaleció en la cancha durante una presentación del club de la Rivera: «Vimos 15 goles en un partido de la reserva y de la primera». En ese contexto, el militar le lanzó el desafío: «Si estaba escribiendo sobre Petrel tenía que ir y conocer».
Aunque la experiencia inicial fue dura, se transformó en un camino de ida: «Vas a la Antártida y te enamoras. Es un lugar increíble que te hace pensar. Y está muy cerca; es un mito que es el fin del mundo. Acá en Tierra del Fuego lo tienen a 1000 km».
Durante la entrevista, el profesor y divulgador también compartió vivencias de las bases en el continente blanco: Petrel, Marambio y Esperanza, describiendo condiciones extremas, el desafío de la logística, y la camaradería forjada entre dotaciones durante años de misión.
Habló de la naturaleza de la vida en una base con instalaciones limitadas, el clima riguroso y la necesidad de apoyo mutuo, atributos que, según él, enriquecen la narrativa de su libro y su propio compromiso con la divulgación científica.
La entrevista concluyó con una reflexión sobre el valor del conocimiento antártico para la ciudadanía de Río Grande y para toda la provincia, subrayando que la Antártida no es un asunto distante, sino una frontera de interés nacional que merece difusión y diálogo público.
“Nosotros tenemos 13 bases en la Antártida, 7 son permanentes, hay gente que está invernando todo el año, entre 12 y 15 meses, y otras 6 que se abren en el verano. Petrel fue la séptima que se transformó en permanente, en los 70 se prendió fuego, entonces quedó deshabitada, se abría cada tanto una o dos semanas, un mes al año, y no todos los años”, relató el escritor.
Por otra parte, sobre el encuentro de hoy, Pizarro comentó que “la Charla de hoy es un encuentro más político claramente, la charla de ayer cin las fuerzas armadas fue un poco porque muchos incluso, aunque estén en el BIM 5, no conocen cómo se maneja el día a día a la Antártida, lo que tiene que ver con las fuerzas armadas”.
“Por otro lado la idea era un poco levantar la moral y mostrarle la función que cumple las fuerzas armadas, lo que hacen ellos es súper relevante, y que hablé con muchos de mis amigos antárticos y estaban contentos con la ciudad, que es una ciudad hermosa y estaban satisfechos, pero en general acá en Patagonia es una excepción, porque si vas para el norte no hay una relación entre la sociedad en conjunto y las fuerzas armadas, y era un poco hablar de eso -expuso Pizarro-. La charla de hoy es recalcar un poco que la Antártida debería tener la misma relevancia que Malvinas, porque son el pasado y el futuro, y otros países ya están también con sus posiciones en disputa, pero todo lo están pensando por los recursos naturales que tiene, por la importancia estratégica, por el agua dulce”.
“Nosotros como militantes políticos, o al menos los que calculo que van a ir hoy son todos militantes políticos, o están interesados en el tema, deberíamos tener presente qué potencialidades tenemos, qué se puede hacer, sobre todo acá que están mucho más cerca de la Antártida, proque para poder también defenderla primero hay que conocer el tema”, concluyó.
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