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Habla Matías Runin 

Las razones por las que Tierra del Fuego se baja como sede de la Araucanía

El secretario de Deportes provincial explicó que los recortes presupuestarios nacionales y los costos operativos imposibilitaron la organización del evento, que requería más de mil millones de pesos.

La decisión de Tierra del Fuego de retirarse como sede de los Juegos Binacionales de la Araucanía 2025 no fue arbitraria, sino el resultado de una evaluación económica rigurosa. Matías Runin, secretario de Deportes de la provincia, ofreció en ((La 97)) Radio Fueguina un desglose detallado de los factores que llevaron a esta determinación, destacando principalmente la falta de fondos nacionales y el incremento en los costos logísticos.

«La erogación de gasto superaba los mil millones de pesos, y en el segundo semestre se dieron situaciones críticas con las asignaciones del Tesoro Nacional que no llegaron», explicó Runin en la entrevista. «Contábamos con esos recursos, pero las partidas presupuestarias no se materializaron, y los números ya no cerraban». El funcionario enfatizó que, más allá del impacto deportivo, la medida también afecta otros proyectos en marcha: «No solo paraliza los Juegos de la Araucanía, sino que pone en jaque iniciativas previstas para el segundo semestre».

Uno de los puntos clave fue el desfase entre lo planificado y la realidad financiera. Runin recordó que la provincia llevaba más de un año trabajando en la logística para recibir a más de 2.000 deportistas, con gastos que incluían alojamiento, alimentación y traslados para siete disciplinas (cinco locales y dos externas). Sin embargo, la inflación y los recortes volvieron insostenible el compromiso. «No es una decisión contra el deporte, sino una consecuencia de no poder garantizar lo que prometimos», sostuvo.

El secretario aclaró, además, que la responsabilidad fue exclusivamente provincial, desmintiendo versiones que atribuían el problema a falta de apoyo de otras jurisdicciones. «Algunos medios sugirieron que las provincias patagónicas no querían viajar por costos, pero eso es falso. La determinación la tomamos nosotros porque no teníamos cómo solventarlo», afirmó.

Ante la pregunta de si el sector privado podría haber salvado la situación, Runin admitió que, si bien hubo compromisos puntuales, no fueron suficientes. «Empresas locales apoyaron, pero muchas enfrentan sus propias dificultades. Reorientamos algunos aportes a eventos locales, pero los Juegos de la Araucanía requerían una escala distinta», señaló.

Pese al revés, Runin confirmó que los atletas fueguinos competirán sin importar la nueva sede, aunque pidió agilidad en la reorganización: «Si no definimos antes del viernes, el riesgo de cancelación total aumenta. Estamos en diálogo con otras provincias para redistribuir disciplinas, pero los tiempos apremian».

El mensaje final del funcionario fue claro: la renuncia fue una medida de responsabilidad fiscal, no de desinterés. «Hubiéramos amado ser anfitriones, pero preferimos ser transparentes: sin fondos, no hay viabilidad. Ahora el desafío es que los Juegos no se pierdan por completo» concluyó Matías Runin.

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