Cada martes, la columna radial «Chicos que Crecen» tiene el gusto de citar a un fueguino que logró recibirse en una carrera. En esta ocasión, la invitada especial fue Gimena Mazzello, quien es Licenciad en Música con Orientación en Guitarra. En ((La 97)) Radio Fueguina, la joven comentó cómo fue el transcurso de su vida académica para llegar a donde está hoy, como así también cuáles son los sueños que aún faltan cumplir.
En el programa radial «Un Gran Día», Gimena recordó su relación con la conductora, Marita Romero. Ésta última comentó que hace casi 10 años la joven fueguina fue su estudiante en la secundaria Centro Polivalente de Artes «Diana Cotorruelo». «Eras muy chiquita. Tengo un recuerdo tuyo caminando en el colegio con una guitarra bajo el brazo», consultando si esta imagen siempre fue parte de su vida. La Licenciada afirmó orgullosa. «Gracias a la vida y a mis padres que me la pusieron en frente», haciendo referencia a la guitarra.
Sin embargo, destacó que esto fue «principalmente a mi madre, que ha logrado que me regalen una compañía hasta el día de hoy». Gimena remarcó que la guitarra la ha «llevado a lugares maravillosos. Conocí personas, tuve experiencias increíbles» gracias a ese instrumento de 6 cuerdas.

Indagando en cuándo fue la primera vez que tuvo en sus manos su primera guitarra, la música respondió que «fue a los 6 años. Vino Papá Noel. En su momento me llevaron al taller municipal que se daba en el Padre Zink, que lo dictaba el profesor Ramón Oviedo«, quien fue su primer profesor. «De ahí estuve en el Centro Polivalente de Arte, en el Centro Cultural Alem, pero por suerte siempre acompañada de otros profes que me han marcado un poco el camino que andar», destacó con felicidad.
Retomando sobre el regalo de Papá Noel, Gimena recordó que pidió un piano «a lo que Papá Noel me respondió en una carta que no le entraba en la bolsa, entonces me trajo una guitarra», expresó mientras reía. «No sé porqué quería una», admitió, ya que en su familia «no hay músicos o personas que se dediquen a la música. Más tarde me enteré que mi abuelo materno tenía un grupo de folklore donde tocaba la guitarra». Sin embargo, al día de hoy, la joven fueguina es la única «artista de la familia».

Al momento de recordar su adolescencia expresó que hace unos días regresó de Río Grande, donde tuvo «un bombardeo de recuerdos hermosos». Asimismo destacó que la secundaria donde tuvo sus herramientas para la música «está muy distinta», ya que tanto la fachada exterior como interior se ha modificado desde el 2015 hasta hoy. En este sentido, Marita Romero recordó que su estudiante se acercaba para consultar si podía salir del curso para tocar la guitarra. Entre risas, Gimena expresó que «era lo único que quería hacer».
Continuando con la línea de su paso por el Centro Polivalente de Arte, remarcó que de la secundaria muchos músicos han salido de la institución educativa, con «quienes tuve la fortuna de compartir. Cada uno atravesando la locura que te da la música, la emoción, el amor, entusiasmo de compartir y aprender. Siento que es un colegio especial, que te siembra un montón de ansias. Te da ganas de hacer cosas, de vivir«. Asimismo, resaltó que «también hay muchos docentes que trabajan para que eso suceda. Siempre pienso en los profes que tuve, que me han permitido soñar en grande y eso se los agradezco muchísimo«.
Una vez finalizado su paso por la secundaria de arte, Gimena se fue a Bahía Blanca para estudiar en un conversatorio, donde sólo estuvo dos año, ya que no se encontraba con la ciudad. «Quería un mundo de la guitarra», el cual hasta el día de hoy continúa buscando. Actualmente vive en La Plata, y donde tuvo «la fortuna de recibirme el año pasado en la Licenciatura en Música con Orientación a Guitarra de la Facultad de Artes de la Universidad de La Plata».

En su vida actual, Gimena trabaja desde hace varios años en la docencia. «Tengo bastantes trabajos. Acá es difícil sostenerse», reconoció. Detallando un poco más sobre su vida laboral, indicó que trabaja en una orquesta infantil donde da clases de guitarra, actividad que replica un poco más formal en la Facultad. Además, es docente en jardines, como así también en un taller de música. «Esos serían mis trabajos formales».
Haciendo punto aparte, reconoció que tiene una vida nocturna, «porque los músicos tocamos de noche». Reconoció que esta otra faceta «es más diversa, mucho más social y barriada». Asimismo, agregó que «es de las experiencias más lindas, aunque en este último tiempo ha sido agotador. Es difícil tener que levantarse temprano y también tocar de noche. Es complejo«, admitió.
Ante la consulta de qué le falta por hacer, la Licenciada reconoció que «viajes, especialmente internacionales». Además, añadió que también le gustaría «conocer más nuestro hermoso país, que tanto tiene para darnos».
Por otro lado, reveló que tiene «ganas de hacer un libro de partituras de músicas, que han sido parte de mis tesis, y de un disco que publiqué en el 2021. Son composiciones mías para guitarra y estoy pensando en hacer un libro que también sirva para estudiar, que se inserte en el mundo académico. Por el momento esos son los planes«, agregó.
Atenta a todo lo sucedido, y del camino que logró transitar, Gimena agradeció a su madre «quien siempre ha confiado y alimentado mis sueños con mucho amor. Sería difícil hacerlo sin su ayuda. Es lo más grande que hay», enviándole «un abrazo enorme». También agradeció a su hermana, quien vive actualmente en Río Grande y «siempre nos estuvo acompañando».
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