El secretario general de la UOCRA en Tierra del Fuego, Julio Ramírez, advirtió sobre la crítica situación que atraviesa el sector de la construcción en la provincia, marcada por la paralización de proyectos y la ausencia de perspectivas de reactivación tras la veda invernal. Según precisó, actualmente sólo se sostienen unos 500 puestos de trabajo en toda la isla, frente a un padrón que superaba los mil afiliados.
Ramírez cuestionó la falta de respuestas de la dirigencia política, al manifestar que “hoy los políticos de turno están preocupados por las candidaturas, pero de las obras públicas ninguno dice nada. Mientras tanto, los trabajadores no tienen para comer”, expresó.
En relación con las obras provinciales, el dirigente señaló que la situación es incierta. Las viviendas del IPVyH siguen sin avances y las empresas contratistas esperan la llegada de fondos nacionales que, hasta el momento, no se han concretado. “Con este presidente no van a llegar nunca. No llegaron a ninguna provincia, porque están todas igual”, afirmó.
En el plano municipal, Ramírez indicó que en Tolhuin se proyectan trabajos de tendido de cañerías de gas y agua, lo que genera expectativas de empleo local. En cambio, en Ushuaia la actividad está prácticamente paralizada y solo se ejecutan obras privadas con mano de obra no registrada. En Río Grande, en tanto, la situación es algo más regular en materia de blanqueo laboral, aunque el volumen de trabajo sigue siendo bajo.
Respecto a los proyectos de mayor envergadura, mencionó que la construcción del puerto y la ampliación del aeropuerto de Río Grande aún no presentan certezas, mientras que la posible inversión china en la petroquímica permanece sin definiciones concretas.
El Secretario General de la UOCRA describió un panorama de emergencia social, ya que los trabajadores dependen de un subsidio de 150 mil pesos mensuales, el cual es aportado por el municipio y el gobierno provincial. Sin embargo, remarcó que este monto apenas alcanza para cubrir servicios básicos y alimentación. “Con eso pagan la luz, el gas, pero los alquileres ya no los pueden pagar. La comida llega muy justa y seguimos en un estado muy crítico”, remarcó.
Finalmente, sobre las deudas salariales de la empresa ZAPCO, Ramírez confirmó que la firma enfrenta serias dificultades financieras y que varios trabajadores recurrieron al Ministerio de Trabajo para reclamar judicialmente el pago de haberes.
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