Con la llegada de la primavera Río Grande se prepara para la temporada de alergias. Las calles se tiñen del característico dorado del Diente de León y, en una segunda etapa estival, del blanco de las Margaritas, flores que según especialistas locales marcan el ritmo de los problemas respiratorios y dermatológicos, alcanzando un pico de consultas médicas.
En una entrevista con el programa “Un gran día” de ((La 97)) Radio Fueguina, el médico alergista, Emilio Jimenez, explicó cómo estas flores, si bien embellecen la ciudad, también disparan síntomas en una parte de la población.
“Sin lugar a duda (el Diente de Leon) es uno de los alérgenos más frecuentes a nivel local. Lo bueno es que es por temporada. Así que eso nos da un poco de alivio el resto del año, pero sí producen alergias y eso lo vemos cuando realizamos la prueba de alergias a los pacientes”, señaló.
Jimenez detalló que los picos de alergia suelen comenzar alrededor de fines de septiembre y principios de octubre, con mayor intensidad en noviembre, cuando muchos pacientes acuden a consulta para describir picazón en los ojos y estornudos.
“Yo lo denominé el terror de las maestras jardineras porque en nuestra ciudad hay pocas flores para llevarle a las maestras. Entonces los chicos le acercan este tipo de flores a las maestras jardineras y después vienen al consultorio contándome que les producen alergia”, comentó.
La conversación también abordó la margarita, conocida científicamente como Eliantus, que en diciembre y enero se suma a la lista de pólenes. “En una segunda etapa, en diciembre, enero, empieza a aparecer una flor blanca… esa es la margarita que se llama en realidad Eliantus y esa flor también forma parte del mismo grupo, y también aquellas flores ornamentales que, por ejemplo, el Municipio coloca sobre toda la avenida San Martín… todas producen alergia”, agregó el especialista.
El médico destacó además el papel de las prácticas de autocuidado y de tratamiento. Sobre la posibilidad de evitar por completo la exposición, dijo que no siempre es factible: “Estamos ante la posibilidad de que uno va a respirar incluso sin salir de la casa, porque abrió la ventana y entró el viento y ahí arrastró todos los pólenes que estaban en la zona”.
Por ello, subrayó la importancia de medidas preventivas, como el uso de lentes para proteger los ojos y la protección nasal y faríngea, así como la necesidad de seguir un tratamiento específico para evitar depender de corticoides, reducir los síntomas a largo plazo e incluso curarse definitivamente
Entre los retos que enfrenta Río Grande está la educación sobre las alergias y sus tratamientos. Jimenez enfatizó que el objetivo no es simplemente aliviar los síntomas, sino “que el paciente no use corticoides, no se sienta mal, no tenga síntomas y además pueda superar su alergia con el tiempo y terminar de renegar y vivir la primavera como corresponde, en plena felicidad”.
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