La situación del comercio en Ushuaia atraviesa uno de sus momentos más críticos en los últimos años, con una caída estrepitosa en las ventas, dificultades logísticas y un consumo cada vez más restringido por la falta de liquidez en los bolsillos de los fueguinos. Claudia Fernández, presidenta de la Cámara de Comercio de la ciudad, no dudó en calificar el escenario como «muy preocupante», especialmente tras confirmar que en junio las ventas cayeron un 19% interanual.
«Nosotros lo que tenemos es una baja de ventas considerable y una rentabilidad que cada vez hace más imposible el sostenimiento de los comercios», explicó Fernández en diálogo con ((La 97)) Radio Fueguina. La dirigente detalló que, incluso con promociones como el 2×1 o descuentos en segundas prendas, el consumo no repunta. «No hay liquidez», insistió.
Uno de los factores que más afecta a los comercios locales es el avance de las plataformas digitales, que ofrecen precios más bajos y envíos sin costo, algo imposible de igualar para los negocios físicos. «Nuestros comercios han pasado a ser grandes probadores», lamentó Fernández. «La gente circula, va a los comercios, se prueba el suéter, la camisa, el pantalón, las zapatillas. Claro, ve el número, le quedan bien y a partir de eso vuelve a su plataforma y hace el pedido».

La diferencia de costos es abismal. Mientras las tiendas online operan con estructuras más livianas, los comercios de Ushuaia deben absorber gastos fijos como alquileres, sueldos, servicios e impuestos. «Todo eso se tiene que trasladar a precios. Entonces lógicamente perdemos competitividad», admitió la referente empresarial.
Pero el problema no se limita a la competencia digital. La falta de una reforma laboral y la presión impositiva ahogan aún más a los comerciantes. «Las decisiones tienen que ser tomadas a nivel nacional», reclamó Fernández. «Promesas que se hicieron en su momento, la reforma laboral, tenemos un gran problema también con todo lo que es la baja de impuestos y no se puede seguir esperando».
El impacto ya se traduce en cierres de locales y despidos. «Muchísima gente buscando trabajo», confirmó Fernández, aunque aclaró que no se trata de despidos masivos, sino de puestos que no se reponen cuando un empleado renuncia o se jubila. «Hay comercios acá en Ushuaia que hace ya más de dos meses que están poniendo dinero para poder subsistir», reveló.
Hasta las fechas especiales, tradicionalmente un alivio para el sector, pierden fuerza. Fernández recordó que el Día del Niño ya no es lo que era: «El año pasado debutamos con lo que fue el mono regalo. Se junta toda la familia y regala un solo regalo». Una tendencia que se repite en Navidad o el Día del Padre, donde el «amigo invisible» reemplaza a los obsequios múltiples.
Con un turismo que también ajusta gastos y un consumo concentrado en lo básico –«un 60% más en supermercados», según datos de las tarjetas de crédito-, el panorama para Ushuaia es desolador. «La macro sí se trabajó, sí tiene éxito, sí se está viendo, pero en la micro estamos prácticamente con 40 empresas pymes cerrando por día», resumió Claudia Fernández. Una crisis que, sin medidas urgentes, amenaza con profundizarse.
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