Publicado en
Producción local

Río Grande y un posible horizonte hacia la agricultura en climas fríos

En ((La 97)) Radio Fueguina, el productor agropecuario Sergio Astorga abre un camino para revitalizar la agricultura en Tierra del Fuego y extender la temporada productiva mediante cultivos protegidos y prácticas innovadoras. Compartió sus experiencias en la implementación de cultivos tradicionales y experimentales hasta las técnicas para enfrentar los desafíos climáticos.

En el programa “Tarde a tarde” de ((La 97)) Radio Fueguina, el productor agropecuario Sergio Astorga compartió sus conocimientos y perspectivas sobre la posibilidad de cultivar en Río Grande, desafiando cierta creencia de que la región es inhóspita para la agricultura.

Sus declaraciones abren una ventana a la potencialidad de extender la producción agrícola en una zona caracterizada por su clima riguroso y vientos intensos, siempre que se adopten las técnicas y planificaciones adecuadas. Teniendo en cuenta que ya los antiguos pobladores tenían como práctica habitual la realización de diferentes tipos de cultivos.

Astorga destacó que “tenemos algunas experiencias que no solamente yo voy llevando adelante, sino que también otros productores en la zona. La verdad es que se puede; lo que sí tenemos que ver, bien planificar en la temporada que lo vamos a trabajar y con qué vamos a tratar de que se extienda esa temporada de producción.”

Explicó que en Tierra del Fuego hubo una matriz agroganadera y que, en tiempos pasados, muchos vecinos cultivaban en sus patios de forma tradicional. Sin embargo, con el tiempo, esa información se fue perdiendo, por lo que ahora surge la oportunidad de rescatar ese conocimiento y modernizarlo

. “De esto ya hay experiencias. Lo que pasó fue que se fue perdiendo esa información y es a lo que venimos hoy un poco a traer esto,” sostuvo.

El productor detalló algunas de las especies que se pueden cultivar durante el invierno, como las coles y el kale, esta última conocida en la gastronomía local, que se desarrolla bien bajo cultivo protegido o a cielo abierto, llegando hasta o principios de junio.

“Yo hice algunos ensayos y, generalmente, el desarrollo vegetativo puede llegar hasta esas fechas. No produce igual que en verano, pero sirve para la economía familiar,” afirmó.

Además, resaltó que se pueden probar otros cultivos menos difundidos en Tierra del Fuego, como ciertos tubérculos con alto valor en la gastronomía gourmet, que también soportan temperaturas de hasta 10-15 grados bajo cero. Entre estos, mencionó el tropi langus, un tubérculo que ayuda a regular los niveles de azúcar en sangre y es apto para personas con diabetes.

Astorga subrayó que “el gran desafío es pasarlo a volumen de producción y ver qué aceptación tienen en el mercado” y que la clave está en la adecuada gestión del riego, la ventilación en invernaderos, y la protección contra los vientos, que en Río Grande son particularmente fuertes.

También remarcó que “si uno quisiera tener frutales como tomate o zapallo, también se pueden hacer en verano, aunque no al mismo nivel que en otras regiones del norte, debido a la estacionalidad.”

Recordando que en 1950 ya existían cultivos tradicionales en la ciudad, el productor enfatizó que las experiencias del pasado y la adaptabilidad actual permiten soñar con una agricultura local que aproveche los recursos y condiciones de Tierra del Fuego.

Sobre el tema del reparo del viento, sostuvo que “hay muchos berries, frambuesas y frutales que quedaron de los antiguos pobladores, y con cultivos protegidos o cercos naturales, se puede avanzar en esta línea”.

La visión de Astorga abre una puerta al conocimiento para la sustentabilidad y la soberanía alimentaria en una región que, con planificación y conocimiento, podría diversificar su matriz productiva y reducir la dependencia de productos importados.

Comentarios