Río Grande vive un proceso de transformación «abrumador», según Leonardo Pérez Bustos, quien en diálogo con ((La 97)) Radio Fueguina describió el acelerado desarrollo de la ciudad en su aniversario 104.
«Aquellas personas que han tenido la oportunidad de vivir en Río Grande, se han ido y luego han vuelto, te dicen: esto es increíble», señaló el titular de la consultora Neodelfos. El crecimiento no solo es demográfico, sino también en infraestructura y servicios, un contraste marcado con otras regiones del país. «Hay barrios a escasos 30 kilómetros de la Capital Federal que hace 40 o 50 años no tienen agua de red, cloacas ni gas», comparó.
Los datos respaldan su observación: entre 2018 y 2023, la ciudad creció más del 10% en superficie urbana, posicionándose entre las de mayor expansión territorial nacional. «Viene creciendo de manera vertiginosa en cantidad de habitantes y también en su superficie urbana», explicó, destacando que este avance incluye mejoras en servicios básicos, algo ausente en otras zonas.

Sin embargo, advirtió que el ritmo plantea desafíos, especialmente por el clima adverso y la lejanía de centros urbanos. «Estamos a 3.000 kilómetros de centros especializados en salud. Eso te obliga a repensar el sistema sanitario local», afirmó.
Pérez Bustos también abordó los obstáculos externos que frenan el potencial fueguino. Mencionó el «lobby» de sectores políticos y económicos, como el diputado Juan Manuel López, de la Coalición Cívica, que buscan desmantelar las promociones industriales de Tierra del Fuego. «Hay una potencia internacional ocupando parte de nuestro territorio que hace lobby para que esta zona no se desarrolle», sostuvo, en referencia al conflicto por las Islas Malvinas. Criticó que inversiones clave, como el polo petroquímico de Pro Fértil, se radicaran en Ingeniero White en lugar de Río Grande, privando a la provincia de empleo y desarrollo.
Frente a este escenario, llamó a construir una «agenda propia» como política de Estado, independiente de los gobiernos de turno. «Defender esa agenda es clave, más allá de quién esté en el poder», insistió. Para ello, propuso priorizar sectores estratégicos como hidrocarburos y energía, además de fortalecer la salud pública. «La salud de Tierra del Fuego no se negocia. Debe ser la prioridad número uno», remarcó.
En su balance, Leonardo Pérez Bustos reconoció la singularidad social de Río Grande, donde la horizontalidad en la toma de decisiones facilita respuestas ágiles a las demandas. «Aquí los actores políticos surgen de la sociedad, no de élites alejadas», destacó. Pero pidió no perder de vista los retos: «El crecimiento es serio, pero debemos planificar para que sea sostenible».
Su mirada, entre el asombro y la advertencia, refleja la dualidad de una ciudad que avanza, pero aún lucha por consolidar su futuro.
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