En el segmento “Chicos que crecen” del programa “Un Gran Día” que se emite por ((La 97)) Radio Fueguina, Luciano Coto Bersier compartió su trayectoria de vida, llena de desafíos, decisiones importantes y logros tanto en el deporte como en su carrera académica. Jugador de vóley, profesor de Educación Física y ejemplo de perseverancia, Luciano contó cómo su infancia en Tierra del Fuego, su pasión por el deporte y sus decisiones lo llevaron a recorrer un camino de crecimiento personal.
“Nací en Tierra del Fuego, en Río Grande, el primero de los hijos de Gabriela Bersier y Gabriel Coto, que son mis padres. Tengo una vida en el deporte. Yo empecé a jugar al vóley cuando comencé la secundaria en el E.M.E.I. A partir de ahí me cambió un poco la vida porque encontré un objetivo y algo que me gustaba realmente para mi, y a lo que me quería dedicar. Y a partir de mi secundaria, fue que empecé a dedicarme a esta vocación que es el deporte y puntualmente el vóley para mí”, relató Luciano.

El deportista recordó que experimentó con con varios deportes, antes de quedarse finalmente con el vóley: «pasé por el fútbol, el rugby, el básquet, la natación, y al poder tener la posibilidad de jugar a tantas cosas, uno decide, elige lo que mejor hace. Y en este caso fue el vóley para mí”.
Además, expresó que en su colegio “muchos de los chicos jugaban al vóley, entonces era uno más, no sentí diferencia para nada. Es más, todo lo contrario: la escuela apoyaba mucho a los chicos que jugaban al vóley, así que me sentí muy acompañado por todos mis compañeros y por todo el colegio en general”.
Su vínculo con su familia, en especial con su padre, fue fundamental en su desarrollo. “La verdad que tuvo que ver en todo», expresó a corazón abierto, ya que «fue el primero que me puso una pelota desde que nací y me acompañó en mi primer viaje a Buenos Aires”, recordó. “Me llevó a la selección y a probarme con equipos de Buenos Aires, viendo los lugares a donde iba, qué comer, cómo era la carrera. La verdad es que siempre fue muy buen entrenador, muy profesional, y supo transmitirme esa doble faceta de padre y entrenador. Para mí, eso fue muy importante y me guió en todo«, agregó.

A los 14 años, Luciano decidió dar un gran paso en su carrera al dejar su tierra natal para jugar en el Club Ciudad de Buenos Aires y también para estar en la Selección Argentina. La oportunidad de representar al país y de crecer en un ámbito competitivo lo llevó a hacer un proceso de selección de seis años, participando en competencias por toda América. A los 21 años, a tener su primera experiencia en Europa, en Grecia, específicamente en la isla de Creta.
“Fue todo muy loco porque fue de un día para otro. Estábamos saliendo de la pandemia y me llegó una propuesta de Europa. En una semana, ya estaba para viajar a Grecia, con todos los papeles preparados y armando la maleta”, recordó.
La experiencia en Europa, en países como Grecia, España y Luxemburgo, fue un aprendizaje que lo enriqueció tanto a nivel personal como profesional. “Se extraña mucho, porque estamos solos en un país que no conocés, ni la cultura, ni el idioma, ni cómo se manejan las cosas”, expresó.
Pero la motivación y la convicción lo mantuvieron firme en sus objetivos. “Sabía que eso era lo que quería hacer, así que cada día hacía lo posible para adaptarme más rápido y seguir creciendo en lo personal y en lo deportivo”, afirmó. Paralelamente, estudió y se recibió de profesor de Educación Física, carrera que comenzó a los 18 años.

“Cuando estaba en la mitad de la carrera, tuve que irme a jugar a Europa. Hice una pausa», y cuando tomó la decisión de retomar la carrera en 2024 sólo le quedaban 3 materias para obtener el título. «Estaba en la decisión de quedarme un año más en Europa o volver a Argentina para jugar en la liga local y recibirme. Finalmente, decidí volver, me recibí de profe en diciembre y ahora también tengo el título oficial”, reveló Luciano.
Su gran sueño de niño de jugar en Boca se hizo realidad cuando, tras su regreso, tuvo la oportunidad de formar parte del equipo. “Soy hincha de Boca desde chiquito, y quería cumplir ese sueño. Se me dio todo y lo disfruto muchísimo”, concluyó.
La historia de Luciano Coto Bersier es un ejemplo de perseverancia y pasión, que demuestra que con esfuerzo, determinación y apoyo familiar, los sueños pueden transformarse en realidad.
Desde Tierra del Fuego hasta Europa y la Liga Argentina, su camino está lleno de aprendizajes y logros que inspiran a las nuevas generaciones de fueguinos a seguir sus pasos en el deporte y en la vida.
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