Verónica Enciso, docente de educación secundaria en Biología de Río Grande, compartió su inspiradora historia de vida en una entrevista en el programa “Un gran día” de ((La 97)) Radio Fueguina. Su trayectoria refleja dedicación, esfuerzo y amor por la enseñanza, en un recorrido que combina desafíos personales y una profunda pasión por educar.
Verónica explicó que “el año pasado me egresé, hace poquito, estoy ingresando ya a las instituciones y estoy muy feliz con la profesión que elegí”.
La profesora contó que “estudié en el IPES Paulo Freire aquí en Río Grande, la carrera dura 4 años, pero yo me recibí en 7, porque fui mamá”. “Así que tuve a mi compañera de la vida en el proceso”, añadió, orgullosa.

Reconoció que además de estudiar, trabajaba y también era mamá, «así que fue todo un desafío”. “Lo logré, y estoy muy orgullosa de lo que conseguimos juntas”, dijo, refiriéndose a su hija, a quien consideró “un pilar” en su vida.
Desde muy joven, el interés por la docencia estuvo presente en su camino. «Siempre me gustó la docencia, en el polivalente de arte hacía danza y la docencia me llamó mucho la atención”, explicó. “Los profesores me encantaban, los veía tan apasionados en lo que hacían”, continuó.
Su experiencia la llevó a estudiar en el norte durante seis meses el profesorado de educación física, pero por cuestiones económicas, tuvo que volver. “Empecé a estudiar una materia que implica sacar a los chicos de las aulas, ir a la costa y tener experiencias lindas con la biología”, relató.

Actualmente, Verónica está en una nueva etapa en su carrera. “Estoy en varias instituciones, una de ellas es la Escuela Rural de San Sebastián, también en el polivalente, Colegio Soberanía Nacional, CEPET y Padre Zink”, detalló. Tiene aproximadamente 21 horas cátedra en total.
Su primer día dando clases en el Polivalente fue muy especial para ella. “Fue como volver a mi casa, porque esa escuela tiene doble turno”, expresó con emoción. “Ver a los chicos y querer explorar con la enseñanza fue una sensación muy linda, muy de casa”, afirmó.
En San Sebastián, realiza un trabajo diferente, recorriendo 70 km en auto particular todos los viernes para enseñar en una escuela pequeña, con pocos estudiantes, en un sistema multigrado. “Es una experiencia diferente, con pocos alumnos”, dijo.

Verónica destacó que en ese contexto “los niños son como hermanos, y acompañamos sus trayectorias individuales”. “Les damos la oportunidad de equivocarse y aprender, porque eso también forma parte del proceso educativo”, concluyó.
Su historia refleja que, más allá de los desafíos, la vocación y el amor por enseñar hacen posible transformar vidas. Verónica Enciso es ejemplo de una docente que apuesta a la educación con pasión y compromiso en cada aula que pisa.
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