Tres diputados fueguinos a favor y dos en contra del aumento jubilatorio

En una sesión marcada por un gran clima de tensión política, la Cámara de Diputados otorgó este miércoles media sanción al proyecto que incrementa un 7,2% las jubilaciones y eleva de $70.000 a $110.000 el bono para haberes mínimos.

La votación, con 142 apoyos, 67 rechazos y 19 abstenciones, dejó al descubierto divisiones internas en bloques tradicionales y una particular fractura en la representación de Tierra del Fuego: tres de sus cinco legisladores votaron a favor, mientras que dos lo hicieron en contra.

Los diputados Jorge Araujo Hernández (UP), Andrea Freites (UP) y Carolina Yutrovic (UP) respaldaron la iniciativa, alineándose con la oposición y sectores provinciales que priorizaron la urgencia social.

En cambio, Ricardo Garramuño (Somos Fueguinos) y Santiago Pauli (La Libertad Avanza) rechazaron la medida, coincidiendo con el argumento oficialista sobre el riesgo fiscal.

El presidente Javier Milei anunció su veto inmediato a la propuesta, calificándola de «demagogia populista» y advirtiendo que afectaría el objetivo de déficit cero. Martín Menem, titular de la Cámara baja, calculó que la medida tendría un costo fiscal de $12.000 millones (1,8% del PBI).

El debate también evidenció grietas en espacios aliados al Gobierno. Tres diputados tucumanos del bloque Independencia y dos salteñas de Innovación Federal apoyaron el proyecto, mientras que radicales como Julio Cobos y Fabio Quetglas rompieron con su bancada para votar a favor. En tanto, el PRO mantuvo su mayoría opositora, aunque con disidencias como la de Héctor Baldassi.

La media sanción trasladará ahora la presión al Senado, donde el oficialismo buscará evitar su aprobación definitiva. Mientras, la votación fueguina sintetiza un escenario nacional: incluso en distritos con representación limitada, la grieta entre ajuste y protección social divide aguas.