La crisis económica que atraviesa Río Grande es cada vez más evidente, y quienes trabajan en el comercio local advierten una situación alarmante que afecta tanto a los almaceneros como a los consumidores.
Luis Schreiber, referente del sector, expresó en el programa “Un Gran Día” de ((La 97)) Radio Fueguina cuál es la realidad que enfrentan día a día los comercios y la población en estos tiempos difíciles.
“La gente compra lo que puede, la verdad. Ya estamos en unos días donde se nota muchísimo que la gente no tiene plata”, señaló Schreiber. “Si vos vas a los negocios están vacíos”, añadió.
El referente de los almaceneros explicó que “compran lo que pueden y lo estiran todo al máximo”. Muchas operaciones se realizan con tarjeta de crédito porque “la gente no tiene plata en efectivo”, explicó, y “cada vez las ventas son más bajas”. La gente, en su desesperación por mantenerse, “se endeuda cada vez más con tarjeta de crédito”.
Schreiber también destacó que “promociones continuamente para que beneficien al cliente” son la estrategia habitual, pero aún así “a veces se abonan con tarjeta porque no tienen plata”. “Se nos está haciendo muy difícil porque hay un endeudamiento grande de toda la población y también de los almacenes”, continuó.
El comerciante aseguró que la situación los está llevando a un escenario complejo: “Yo pago de contado y después vendo con tarjeta, entonces cobro a los 20 días y ya no me da el resto para volver a comprar en efectivo”. “Nos estamos metiendo todos en unas deudas difíciles de manejar”, señaló con preocupación.
La morosidad en las tarjetas de crédito es un tema que Schreiber puede constatar en carne propia. “Nos damos cuenta sin necesidad de informes que la gente está muy endeudada con la tarjeta”, afirmó.
En cuanto al movimiento en los comercios, el panorama tampoco es alentador: “Cada vez hay menos caja, las ventas bajan y los productos que antes rendían hoy no rinden igual”, explicó. Como ejemplo, mencionó que antes vender 10 gaseosas de primera marca significaba un buen ingreso, pero ahora “se venden 10 gaseosas baratas y dejan menos ganancia”, un dato que reflejaba la pérdida de rentabilidad.
Schreiber también mencionó que “la venta de carne cayó mucho a nivel nacional”, y que “las personas dejaron de comprar cosas que antes eran un lujo, como un buen asado o una salida a tomar un vino”.
Además, muchos comercios, incluso almacenes y multirubros, tuvieron que cerrar sus puertas porque los alquileres son muy altos y “les conviene estar en casa y seguir perdiendo plata”.
El referente de los almaceneros resaltó la acumulación de deudas impagas: “Muchos colegas dejaron de pagar ingresos brutos y los impuestos municipales”, y advirtió que “a la larga se genera una bola de deuda que no para de crecer”.
Por último, y como mayor dato de preocupación por sus implicancias sociales, el comerciante remarcó que en la actualidad es normal ver gente recogiendo lo que tiran las empresas mayoristas por algún inconveniente o por vencimiento del producto.
Expuso que “siempre te encontrás con gente con necesidades, uno ve mucho cuando va a comprar al mayorista, que tiran mercadería porque se les venció o porque están mal, ve mucha gente que está juntando y que va a juntar esa mercadería, y que antes uno no lo veía, o lo veía cada tanto, y ahora se ve de forma diaria”.
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