La causa, que aún está en etapa inicial, llevó a la Policía Federal a realizar allanamientos en su domicilio y despacho, como parte de las diligencias ordenadas por la jueza de Instrucción 2, María Cristina Barrionuevo.
El foco de la investigación surge a partir de una alerta internacional sobre contenido ilegal en una cuenta en la nube, vinculado al IP del celular del magistrado.
La denuncia fue activada por organismos de monitoreo global que detectan imágenes de abuso sexual infantil.
Según la gacetilla oficial del Poder Judicial, la causa se inició tras un reporte enviado el 30 de mayo por el Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados de Estados Unidos (NCMEC).
En dicho informe, se señaló que una dirección IP en Ushuaia había sido relacionada con actividades sospechosas y material de abuso.
“Estas alertas se generan cuando plataformas digitales y redes sociales como WhatsApp, Instagram, Facebook, Telegram, Gmail o Google detectan publicaciones, descargas o distribución de este tipo de contenido por parte de sus usuarios”, indicaron desde la Justicia fueguina.
El Ministerio Público Fiscal de Ushuaia tomó intervención y solicitó las diligencias correspondientes, incluyendo la incautación de todos los dispositivos del juez, con el fin de esclarecer la situación.
Por su parte, el Superior Tribunal de Justicia emitió una gacetilla de prensa donde mantiene una postura de cautela, al punto de no mencionar el nombre del magistrado acusado.
Según medios periodísticos locales, Leonelli habría argumentado que dicho contenido tenía que ver con expedientes judiciales en los que intervino, buscando justificar su tenencia por cuestiones de análisis jurídico.
La competencia recae en la Justicia Federal, que fue quien libró las órdenes ejecutadas por la Policía Federal.
El abogado Andrés Leonelli inició su carrera judicial en 2008 como Prosecretario del Juzgado de Instrucción N° 1 del Distrito Judicial Sur. Su carrera fue en ascenso vertiginoso hasta llegar el 2017, cuando fue designado Abogado Relator del Superior Tribunal de Justicia, por impulso del entonces juez Gonzalo Sagastume, quien destacó su “profesionalismo y trayectoria”. Luego, accedió al cargo de camarista en la ciudad de Ushuaia.
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