En medio del debate por la salmonicultura y las protestas ambientales, el gobierno de Tierra del Fuego avanza en un plan estratégico para el desarrollo de la acuicultura, un sector que busca diversificar la matriz productiva provincial bajo estrictos criterios de sostenibilidad. Diego Marzioni, subsecretario de Coordinación Pesquera y Acuícola, explicó en Radio Fueguina los ejes centrales de esta política, que prioriza la ((La 97)) innovación, la formación de recursos humanos y el equilibrio entre lo social, ambiental y económico.
«La provincia, desde el año 2020, viene trabajando en un desarrollo pesquero y acuícola», señaló Marzioni, destacando que la creación de la Secretaría de Pesca y Acuicultura bajo la gestión del gobernador Gustavo Melella refleja la importancia que se le otorga al sector. «Antes era un apéndice de una subsecretaría, ahora es una dirección general», precisó, subrayando el cambio de enfoque hacia una visión más amplia y estratégica.
Sobre la salmonicultura, el funcionario aclaró que no debe analizarse de forma aislada, sino como parte de un abanico de posibilidades dentro de la acuicultura. «Yo prefiero hablar de acuicultura. La acuicultura engloba salmonicultura, truchicultura, cría de erizos, crustáceos, mejillones, o sea, moluscos bivalvos como el que estamos llevando adelante, cultivo de algas. La acuicultura es amplia, la acuicultura es un todo».
Aseguró que su desarrollo en Tierra del Fuego es viable, pero bajo condiciones específicas: «Puede ser mediante sistema RAS, pueden ser mediante sistemas directos, en qué zona se va a desarrollar, en qué zona no la podemos llegar a desarrollar».
Marzioni enfatizó que cualquier proyecto deberá ser integral y no limitarse al simple engorde de peces. «No se van a aprobar concesiones de agua ni aprobaciones de estanques para hacer engorde de pescado, sino que se van a aprobar proyectos integrales». Esto implica inversión en genética, investigación aplicada y plantas de procesamiento, alineados con el recientemente inaugurado Centro de Desarrollo Pesquero y Acuícola. «Innovación y desarrollo es conocimiento con un laboratorio, con un centro de investigación, una estación de piscicultura que aplique esa tecnología y ese conocimiento a la producción y un centro de capacitación y formación», detalló.
Respecto a los cuestionamientos ambientales, el subsecretario recordó que la Ley 1355 frenó un modelo de acuicultura intensiva que solo aprovechaba los recursos hídricos sin agregar valor. «Lo que logró la 1355 es poner un freno y un parate a un desarrollo acuícola que no queríamos en la provincia». Sin embargo, advirtió que es necesario avanzar hacia propuestas superadoras, como la miticultura (cultivo de mejillones), que ya muestra resultados positivos en Puerto Almanza con bajo impacto ambiental.
Marzioni insistió en que el desarrollo acuícola debe respetar un «frágil equilibrio» entre lo social, ambiental y económico. «Nadie va a invertir en un proyecto que no sea rentable económicamente porque lo va a hacer en detrimento de lo ambiental y lo social». Reconoció, no obstante, que los recursos hídricos fueguinos son un activo invaluable y escaso a nivel global: «El mundo nos ve porque tenemos excelentes recursos hídricos, muy apetecidos en el mundo que ya no quedan».
Finalmente, destacó la apuesta por la formación de profesionales locales como pilar del plan. «Tenemos que capacitar a idóneos y formar técnicos y formar profesionales. En eso estamos orientados». El objetivo, concluyó Diego Marzioni, es ampliar la capacidad productiva sin comprometer el entorno: «La acuicultura es ambiente, la acuicultura es sostenibilidad, la acuicultura es cuidar nuestro entorno ambiental. Hoy, mañana y pasado».
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