La presencia de más de 50 cormoranes muertos en la costa de Río Grande despertó preocupación en la comunidad y en el ámbito científico. La detección de estos ejemplares llevó a las autoridades a activar los protocolos correspondientes, con el objetivo de determinar las causas de esta mortandad masiva.
Según explicó Lorena Ladux, bióloga de la Dirección General de Biodiversidad y Conservación de la provincia, en el programa “Un Gran Día” de ((La 97)) Radio Fueguina, “estamos estudiando, nos ha llamado un poquito la atención porque hace unos días atrás comenzamos a encontrar distintos individuos en la costa, principalmente frente a la ciudad”.
La especialista detalló que, al recorrer la zona, “empezamos a encontrar los ejemplares” y que, ante ese hallazgo, “llamamos al Senasa porque cuando encontramos más de cinco aves muertas damos aviso y se activa el protocolo”.
Ladux afirmó que “el Senasa vino, tomó muestras y sopló a los animales”, y que “las muestras fueron enviadas a Buenos Aires, por ahora estamos esperando los resultados para ver si es positivo o negativo para gripe aviar”.
La bióloga aclaró que “desde que estoy trabajando, esto es la primera vez que sucede”, y que, si bien hubo incidentes similares en años anteriores, “no sabemos cuál fue la causa en ese momento”.
Además, hizo un llamado a la población a tomar precauciones. “Si visitan la costa y ven un animal muerto, que no lo toquen, que no se acerquen”, recomendó.
Con respecto a las mascotas, instó a “llevar a las mascotas atadas, porque generalmente los perros cuando encuentran un animal muerto, lo huelen y a veces se revuelcan”. A su vez, pidió que “si alguien ve un animal muerto, llame al 103”, ya que “esto es importante para activar el protocolo y actuar rápidamente”.
Ladux advirtió que “no queremos transmitir miedo, pero hay que tomar conciencia de que se trata de un animal silvestre que puede tener muchas enfermedades para las cuales los perros no están inmunizados, y las personas tampoco”.
En cuanto a las acciones tras detectar estos casos, explicó que “como son aves pequeñas, las enterramos, según indica el protocolo”. Varias veces en el pasado, en casos similares, se ha procedido a enterrar los ejemplares (como sucedió con lobos marinosdos años atrás) o realizar otras acciones coordinadas con las autoridades, en especial cuando se sospecha de gripe aviar.
Los resultados de los análisis, que se envían a Buenos Aires, pueden tardar algunos días. “Eso depende de la logística, porque las muestras deben conservarse a menos 70 grados, y no es sencillo trasladarlas”, dijo.
Mientras tanto, la comunidad y las autoridades mantienen la expectativa y la precaución. Se recomienda extremar las medidas de cuidado y mantener la vigilancia en la costa, con el compromiso de informar los resultados en cuanto estén disponibles.
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