Facundo López, profesor de biología en Río Grande, tiene 30 años y es un orgulloso hijo de Tierra del Fuego. En su participación en el segmento “Chicos que crecen” del programa “Un gran día”, que se emite en ((La 97)) de Radio Fueguina, compartió su vida, sus desafíos y su amor por las ciencias naturales.
Desde pequeño, Facundo mostró una profunda fascinación por la naturaleza. “Yo soy fueguino, nacido y criado en Río Grande. Poco a poco, fui incentivado en las Ciencias Naturales. Desde niño, me gustaba mucho todo lo que tiene que ver con la naturaleza, específicamente con plantas y animales, pero las plantas realmente me apasionaban mucho”, relató.
Durante su adolescencia, experimentaba con semillas en su jardín, realizando pequeños experimentos y cultivando distintas especies.
Sus padres, ambos docentes, también influyeron en su elección de camino. “Mis padres cuando llegaron a la isla estuvieron viviendo en varios lugares, pero cuando me tuvieron, en Chacra II, cerca del jardín N°17, hice mis primeros años de jardín en una salita llamada ‘Ola de fantasía’. Desde muy chico, me sentí conectado con la educación y las ciencias, algo que también fue una forma de honrar sus profesiones”, compartió.
Facundo realizó toda su escolaridad en Río Grande. Asistió a la escuela número 32, y luego transitó su secundaria en el CIERG, donde completó el ciclo básico y posteriormente en el Colegio Favaloro, con orientación en Turismo.
“La oferta académica en Tierra del Fuego es muy limitada, pero justo la carrera que quería estudiar, el profesorado en biología, estaba acá en la ciudad. Tuve la suerte de poder estudiar lo que realmente me apasionaba”, explicó.
Sin embargo, reconoció que no fue un camino fácil: “Hubo momentos en que tuve que sacrificar muchas cosas. La distancia de mis padres, las decisiones que tuve que tomar para seguir adelante. La vida en la isla a veces presenta desafíos, sobre todo por la limitación de recursos y oportunidades, pero siempre opté por quedarme y seguir luchando por mi sueño”, afirmó.
A mitad de su carrera, sus padres decidieron volver a su provincia, San Juan, tras jubilarse. “Ellos cumplieron sus 25 inviernos en Tierra del Fuego y se querían volver, pero yo me quedé. Estaba en la mitad de mi carrera, y para mí esos 25 inviernos habían sido toda mi vida”, comentó.
A pesar de la distancia, explicó que siempre contó con su apoyo económico y emocional, lo que le permitió culminar sus estudios y conseguir un trabajo en su tierra natal.
Facundo también recordó anécdotas que marcaron su vida, como la vez que, en plena adolescencia, tuvo que decidir si migrar o quedarse. “Es parte del ser fueguino tomar por ahí las decisiones y estar muy acostumbrado a este tema de que el resto de la población tiene como una percepción muy pasajera del vivir acá y quienes nacimos en estas tierras pensamos distinto y pensamos en quedarnos porque este lugar es hermoso y por eso también yo me quedé acá. Ellos se fueron, por suerte, me pudieron apoyar económicamente, me siguieron manteniendo y pude terminar mi carrera y tener trabajo”, afirmó.
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